jueves, 28 de octubre de 2010

Ella no sabe quien soy, pero yo aún sé quién es ella




28 octubre 2010

Encontré un cuento que nadie me había contado y no he podido evitar acordarme de ella, de mi querida María.
Era una mañana agitada, eran las 8:30, cuando un señor mayor, de unos 80 años, llegó al hospital para que le sacaran los puntos de un pulgar. El señor dijo que estaba apurado y que tenía una cita a las 9:00 am.

Comprobé sus señales vitales y le pedí que tomara asiento, sabiendo que quizás pasaría más de una hora antes de que alguien pudiera atenderlo. Lo vi mirando su reloj y decidí, que ya que no estaba ocupado con otro paciente, podría examinar su herida.
Durante el examen, comprobé que estaba curado, entonces le pedí a uno de los doctores, algunos elementos para quitarle las suturas y curar su herida.
Mientras le realizaba las curas, le pregunté si tenía una cita con otro médico esa mañana, ya que lo veía tan apurado.
El señor me dijo que no, que necesitaba ir al geriátrico para desayunar con su esposa. Le pregunté sobre la salud de ella.
Él me respondió que ella hacía tiempo que estaba allí ya que padecía de Alzheimer.
Le pregunté si ella se enfadaría si llegaba un poco tarde.
Me respondió que hacia tiempo que ella no sabía quien era él, que hacía cinco años que ella no podía ya reconocerlo.
Me sorprendió, y entonces le pregunté, '¿Y usted sigue yendo cada mañana, aun cuando ella no sabe quién es usted?'
Él sonrió, me acarició la mano y me contestó: 'Ella no sabe quien soy, pero yo aún sé quién es ella.'

Se me erizó la piel, tuve que contener las lágrimas mientras él se iba y pensé mucho y muchas cosas, todas buenas … pero pensé, sobretodo, en él y en el tiempo que no podía hacerle sentir a ella que la seguía queriendo.


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3 comentarios:

  1. Toca la fibra sensible. Supongo que la habrás visto pero en "El hijo de la novia", aun con un poco de humor negro, este tema se trata de una forma deliciosa dentro del dolor que debe producir a los familiares. Grande Milanés.

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  2. Preciosa y emotiva película. La veo siempre que puedo y sí, es cierto, grande, muy grande Milanés, oírle es mi frontón, pero procuro hacerlo cuando nadie me ve pues piensan que estoy deprimido.

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  3. Magnifica y enternecedora historia. Es verdad que toca la fibra sensible...

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