15 octubre 2012
Nadie, casi nadie, maneja los hilos del destino, ni siquiera aquellos que creen tener todo el poder del mundo o, al menos, en el de su entorno. Tomas un café en cualquier bar de la esquina antes de una de esa citas mágicas que cada día mas, se amontonan en mi agenda, como cosa rutinaria y, zas, decide el de la bata blanca, hoy, darte un disgusto: "Enrique, tú no puedes conducir" - La cara de tonto que se te queda no es comparable ni con la de Rajoy en privado, ni con la de la Pastor, mi admirada y atrevida amiga, en público. Jo, madrugar para esto, qué pena. Lo peor, sin duda, es que he tardado diez minutos en llegar de La Playa a La Diputación Alicantina y eso, a las ocho de la mañana, es como volver a ratios de uso de vehículos particulares, para el mismo trayecto, de los años ochenta.
Una señora con cara de médico, en el HSJ, me saluda con cara de "cómeme, cómeme", que me ha levantado la moral y poco mas, pero mi implacable Doctor Quilez, mi urólogo favorito, me va a decir nosequé que, seguro me va a dejar muy tranquilo y sin dormir, como no, pero antes y sin posibilidad de redención, me tomaré un pincho de tortilla y me mentalizaré, como siempre que voy a escuchar alguna sentencia, a que quizás sea la última que me tome sin pecado.
Chicos, un mensaje os doy a la vista de todo lo que veo y admito, en carne: Carpe Diem.
Nadie, casi nadie, maneja los hilos del destino, ni siquiera aquellos que creen tener todo el poder del mundo o, al menos, en el de su entorno. Tomas un café en cualquier bar de la esquina antes de una de esa citas mágicas que cada día mas, se amontonan en mi agenda, como cosa rutinaria y, zas, decide el de la bata blanca, hoy, darte un disgusto: "Enrique, tú no puedes conducir" - La cara de tonto que se te queda no es comparable ni con la de Rajoy en privado, ni con la de la Pastor, mi admirada y atrevida amiga, en público. Jo, madrugar para esto, qué pena. Lo peor, sin duda, es que he tardado diez minutos en llegar de La Playa a La Diputación Alicantina y eso, a las ocho de la mañana, es como volver a ratios de uso de vehículos particulares, para el mismo trayecto, de los años ochenta.
Una señora con cara de médico, en el HSJ, me saluda con cara de "cómeme, cómeme", que me ha levantado la moral y poco mas, pero mi implacable Doctor Quilez, mi urólogo favorito, me va a decir nosequé que, seguro me va a dejar muy tranquilo y sin dormir, como no, pero antes y sin posibilidad de redención, me tomaré un pincho de tortilla y me mentalizaré, como siempre que voy a escuchar alguna sentencia, a que quizás sea la última que me tome sin pecado.
Chicos, un mensaje os doy a la vista de todo lo que veo y admito, en carne: Carpe Diem.
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Asi es amigo,,,,,lo debemos aprovechar! Animo en todo caso Enric, entiendo la cara que se te puede haber quedado.
ResponderEliminarEstoy intentando arreglarlo. Mañana tengo un cita en valencia con un tribunal muy severo y .............. en fin. Gracias, amigo Antonio Gt
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