Salir a la calle en busca del Home dels nassos es una extraña obsesión que siempre me dio, desde mi mas tierna infancia, en un día como hoy, de cada año, en el que mi abuelo Enrique me enseño que hoy era el día en que andaba un hombre por la calle con tantas narices como días tenía el año que terminaba ese mismo día. Ni que decir tiene que hoy he salido a buscarlo y tampoco lo he encontrado. Si, ya se que no parezco muy cuerdo cuando digo eso, pero es cierto, siempre salgo a buscarlo y si bien, cuando ya empezaban a gustarme las niñas mas de lo debido, me daba cuenta que eso era una verdad engañosa, lo cierto es que tropezarme con esa realidad que esconde, a veces, grandes verdades, como era el caso de mi Home dels nassos, eso no fue mas que una dura forma de encontrarse con la realidad. Mas tarde, al igual que sucedió con los Reyes Magos, La Cigüeña, el Mendoza Colt o con el Hombre del saco, la vida te va enseñando que otros aplican esas formas incluso cuando tienes ya mas edad que el Perico, que era un burro de L´Alou que decían los mas viejos que no lo habían visto nacer nunca y que luego descubrimos que, simplemente, era otro.
Preguntaba y preguntaba, esta madrugada, y nadie sabía de que conyo les estaba hablando – “¿El Home dels nassos, Enrique. Y eso que é lo qué é?” – Nadie sabe de eso, ni del cuento de la Lechera, ni de los cinco lobitos, ni tampoco saben quien era el Patufet. Bueno, miento, lo de los cinco lobitos es una canción, me ha dicho uno de los preguntados, y lo dice porque se lo ha oído cantar a una de las abuelas a su nieto. Me ha horrorizado, para mas INRI de fin de año, que Mateo, que esta leyendo el Viven de los supervivientes del accidente de los Andes del 72, nos contara que en una de las escenas de la historia, cuando el padre le pone el vídeo del accidente a uno de sus hijos, el chaval acaba durmiéndose de puro desinterés. Me sorprende y quizás hasta me moleste, que las costumbres, las tradiciones y hasta la historia, se hayan convertido en carne del olvido. La realidad es una cosa y vivir exclusivamente en ella es algo irreprochablemente deshonesto o eso me parece. Quizás se nos haya olvidado a todos aquello de saber transmitir lo que significa la ilusoria irrealidad, la imaginación de lo que no tiene sentido y que la realidad, perdonadme la expresión, es una verdadera mierda.