05 enero 2014
Juan, en estas fechas, se pone terriblemente negativo y hablar con él embarga y coarta, cualquier sentimiento vital de quien se mueve a su alrededor …
“Ves a Antoine como cacarea sobre sus largas noches de amor y sexo pues eso solo es lo que es, Enrique, lo mismo que los conductores de coches pequeños cuando adelantan a un mercedes por la Autopista a 140. Una clara muestra de complejo manifiesto de inferioridad”
Pero mi mayor preocupación ha nacido cuando aguantando sus iras contra la soledad y el olvido de todos cuantos el quiso, ayudó o tuvo muy cerca, me cuenta que …
“Lo peor, Enrique, es sentirse tan inútil, tan incapaz, tan olvidado, que lo mejor que me pudiera pasar sería morirme mañana mismo. Mi hijo heredaría mis dos pisos, mi seguro de vida y mis ahorros. Valgo mas, mucho más, muerto que vivo”.
Hay quien me dice que las Fiestas de Navidad traen estos necios axiomas, pero yo quiero entenderlo desde otro punto de vista y que resumo en una sola pregunta: ¿Hace alguien algo o todo lo que debiera, por evitarle a Juan su soledad y su olvido?
Buena pregunta final!,,,,,,,
ResponderEliminarEsa es la cuestión, amigo argy. Bien apuntado. Feliz noche
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