24 marzo 2014
Ayer noche vibré con un espectáculo deportivo de alto nivel y lo digo desde el que ama el fútbol desde que nació pues mi Padre me llevaba a Sarriá desde mi mas tierna infancia. Anoche dije: Enhorabuena Barça, enhorabuena Real Madrid. Gracias. Hoy tendré que decir, por muy difícil que resulte de creer, que muy mal señores directivos del Real Madrid por mucha razón que piensen tener. Los errores arbitrales en el deporte no deben cegar el espíritu deportivo que debe imperar por encima de cualquier otro concepto en los deportistas. Eso de ayer, apoyando las declaraciones en caliente de sus deportista achacando su derrota a los árbitros es mezquino, poco edificante y escasamente ejemplarizante. Eso es muy parecido a esa justificación que le damos a nuestros jóvenes cuando un profesor le pone un cero o le expulsa de clase por mal comportamiento. Señores directivos, en general, del Fútbol de mis amores, (ayer los del Madrid y antes fueron los de cualquier otro), háganse un favor: No busquen excusas fuera de su organización y repriman a todo aquél de los suyos que no sepa perder con dignidad aunque tal derrota le parezca injusta.
El Real Madrid les apoya:
El club blanco ha dado todo un espaldarazo a las declaraciones de sus jugadores al difundirlas a través de su cuenta oficial de twitter. Concretamente, el club ha difundido los siguientes tuits: '@SergioRamos: “Si lo que querían era equilibrar la Liga lo han conseguido” y posteriormente '@CristianoRonaldo: “A lo mejor no quieren que el Real Madrid gane esta Liga".
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Criaturitas como se cabrean.......pobrecitos!
ResponderEliminarSon como niños, argy, lo que no entienden los que les pagan es que con esas manifestaciones hacen un daño horrible a la educación de nuestros peques. Les buscan excusas y eso no es saludable para nadie.
EliminarAmen...... donde quedo el espectaculo deportivo, debe ser que ahora se lleva el espectaculo amarillo tipo salvame y todo tiene que ser igual .Maldita evolucion :)
ResponderEliminarMaldita evolución y maldita educación, amigo David. Estos gestos influyen, queramos o no reconocerlo, en la educación de nuestros enanos. Un abrazo-e, amigo y, ah, me alegra verte por aquí.
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