sábado, 11 de junio de 2016

Cuando podamos ... donde vosotros queráis


11 junio 2016 

Un par de virus, uno en carne y ya muy veterano en mis autopistas del flujo corporal, y otro virtual metido en faena por culpa de un descuido de los antivirus, han borrado casi toda mi vida virtual y, una vez puesto en pie y a la vista del desastre, me he puesto a pescar en los mares de la recuperación y tan solo he conseguido recuperar este blog, que no es poco. Me va a costar volver a escribir pues para ello hay que tener un animo que no tengo, al menos por ahora.

Me voy a mi Monasterio a orar y dejo aquí mi agradecimiento a esa nota que ha publicado un buen amigo virtual que me ha emocionado y a la que tantos otros se han solidarizado:

Donde tú quieras, Enrique

Ah, como en los funerales, modernos, gracias, pero por expreso deseo del que aquí ha escrito durante nueve años, no sé si podré responder individualmente. Gracias a todos.



PD: Un buen amigo me ha recuperado las cuentas de Twitter y de Facebook, en standby las dejo. (13/06/16)


+PD: He conseguido restituir una copia de seguridad de mi Blog de Wordpress y anunque con muchos fallos, aquí lo dejo (16/06/16): https://enriquetarragofreixes.wordpress.com/






lunes, 6 de junio de 2016

Viejos que tuvieron su ayer



6 junio 2016


Paseando por La Huerta siempre encuentras a uno de esos viejos camaradas que lo fueron  de la competencia leal, que quiere mostrarte su estar, sus vivencias y hasta su acotada felicidad. Hablamos del ladrillo bien puesto, de las casas bien hechas, de los "Inocentes chanchullos" que conseguimos de nuestras buenas relaciones con los políticos y de la colita de la secretaria que le llevaba los asuntos propios - que era todo eficacia y un regalo para la vista, sin entrar en más detalles. 

 "Dejé todo hace ya diez años Enrique.  Enviudé  en el 2000. Cuando murió supe, entonces, que la habia querido siempre y aunque nadie se enteró de mi depresión, la sufrí en silencio y sin mostrarla al exterior.  Luego, mientras mis hijos se hicieron cargo del negocio hasta conseguir convertirlo en cenizas, me dediqué a la vida contemplativa, viajes, fiestas, relaciones imposibles hasta que me lie hace cinco años con una buena moza de Jumilla, pero lo dejamos hace uno por culpa de mis hijos. No soportaban que una joven  cincuentona se quedara o pudiera quedarse con su herencia, la cual nunca fue de ellos y mucho menos se la llegaron a merecer nunca. Hartaron tanto a la niña que me dejó y ahora me dedico a gastarme en vida todo lo que tengo.  Dicen que estoy loco y hasta quieren incapacitarme, pero voy a lo mío... a mi soledad y a mi tranquila vida. Tengo 73 y aun me siento joven, muy joven. No tengo nietos ... mis hijos apenas me hablan más que para pedirme dinero y yo he aprendido a vivir felizmente con  ella, con mi soledad. Me gusta fundirme entre la gente, me encanta no ser visto y me dejo el alma en mis viajes a cualquier ciudad de Europa ... me encanta estar solo, he aprendido que eso es lo mejor para mi ¿Te quieres venir conmigo la semana que viene a Formentera en mi barco?". 

 Lo siento, mis amigos o conocidos, son lo que son, hijos de una generación que tuvieron que mamarla para seguir en pie, gente a las que nada se les regaló y que ahora mueren pensando que este mundo es un monstruo sin alma del que no saben si ellos fueron los culpables de su creación  ... gente que sufre aunque, a su manera, quieran contarte que es feliz  ... y hasta puede que, también a su manera, sea así.  
Cuando tropiezo con algún conocido del ayer, gente que admiré por su poder, por su capacidad emprendedora  ...  pienso que soy un afortunado, pienso que yo lo viví de otra manera, a mi manera ... pienso que fui y soy feliz ... aunque , eso sí, más pobre.







domingo, 5 de junio de 2016

Dos amigos



Fotografía de Nikos Economopoulos


05 junio 2016


Tengo dos amigos que realmente son de esos que parece que tengas veintidós.  Veréis, yo no soy de esos que pase de puntillas cuando los ves y así me va. Hoy tropecé con uno de ellos y es como si él tuviera un radar avisador. No basta con que andes por la acera de enfrente para ir a la cola del pan, no, enseguida te ve y te llama: ¡¡Enrique, Enrique¡¡ y zas allá que voy yo y como un cordero to camino del matadero, me acerco y le saludo con el protocolario ... "Holaquetalcomoestás" y el tío va, y me lo cuenta. Cuarenta minutos de monocharla y entre palabra y palabra, me quedo con unas de ese vital y solitario amigo: "No Enrique, lo mejor no es decir nunca que te encuentras mal, si lo haces te lo quitan todo ... no te dejarán comer, ni beber, ni nada de pan tostado, ni siquiera huevos fritos ... un horror. No es bueno decirlo nunca ... antes muerto que enfermo".

Y mi amigo se quedó ahí, con su copa de vino, su pan tostado, su española y su zumo de naranja, sentado en la terraza del Ateneo esperando pescar a una nueva víctima. Por cierto... un día precioso.








sábado, 4 de junio de 2016

Hay que inventar la vida porque acaba siendo verdad


En lo peor, siempre elegante: LA CARTA 1940-LONDON
04 junio 2016
La persiana de la vecina, al ella levantarla, crea un ruido tal que es como si estuviera pasando por encima mío el mismo ferrocarril que en 1837 hacía la línea La Habana-Güines.
Abro los ojos, me froto el pecho, estiro las piernas … y aparto la sábana ¿Es de día? – “Sí cariño” – Entonces me lo creo y me levanto.
El primer golpe, el de mi tibia contra la esquina del soporte de la cama, ni lo siento – “¿Te has hecho daño cariño?” – Y suelto un “nocariño” aunque esté a punto de que me lleven a urgencias.
¿Quién dejó la puerta del pasillo medio abierta que casi me parte la frente? – “Fuiste tú el último en venir, cariño” – Y yo, aunque ya esté con cara de cuidados intensivos, medio cojo y sangrando la nariz, digo: “No pasa nada, casi mejor, vuelvo atrás, así voy al baño y le doy ensanche a mi próstata”.
Al entrar en el baño, coño, por fin encuentro un interruptor y zas, se hizo la luz. Me miro en el espejo y … casi me desmayo del susto.😄, (por Dios en idioma guay), cuanta decrepitud matinal. Abro la boca me acerco aún más al espejo y,😄, se pone como te queda la cara cuando abres el horno a 200, hecha una nube. Lo primero será preguntarme: ¿Quién podría peinarme así si lo pidiera? – “Una gran pregunta, cariño, se nota que cada vez estás más intelectualizado”.
Un poquito de alcohol, una buena ducha, colonia hasta en el ombligo, cremas anti dermatosis, antiinflamatorias distales, antimanchas, hidratante antisequedad, luego el dientes blancos, el colutorio, el Hair Tonic Blue y alguna cosa más que siempre se me olvida … – “¿Has bajado la tapa del inodoro, cariño?” – Pues no, allá voy.
O sea, dos horas después del primer golpe en la tibia, estoy como nuevo, ya me puedo mirar al espejo, cantar una canción o lanzarme al río pensando que era mozuelo, es decir, ya estoy hecho un chaval, con el ánimo arriba y con un hambre atroz … me voy a comer el mundo, hoy será un gran día y es que cada mañana me leo esa feliz cita de mi gran y admirada amiga, (aunque nunca llegué a conocerla), Ana María Matute: “El mundo hay que fabricárselo uno mismo, hay que crear peldaños que te suban, que te saquen del pozo. Hay que inventar la vida porque acaba siendo verdad”.







viernes, 3 de junio de 2016

Las peligrosas chinas y los zapatos


Imagen vista en http://bit.ly/1Y5UF8U
03 junio 2016
Siendo hoy viernes, donde el desenfreno nocturno invadirá mis débiles sentidos y donde las ansias por el no hacer `pondrán el filamento muscular en alerta roja, debo decir aquí algo que aprendí ayer y que parece mentira que mi veterana cerebridad no haya sido capaz de destilarlo hasta el día de hoy, cuando es bien sencillo de entender aunque no sé si tanto de aplicar: “Si tienes una china en el zapato, es mejor pararse a quitársela de una vez por siempre y luego, cómodamente, continuar el camino”.







jueves, 2 de junio de 2016

Fotografías de viejos para una mediocre realidad






02 junio 2016



Me levanté con el sentimiento en esa mujer rumana que ha sido asesinada esta madrugada en Sevilla; en ese caprichoso juego de los periodistas de élite que sacan toda la mierda de los políticos a cuentagotas con el daño que eso hace en la población de a pie pues es como si les arrancaran ese esparadrapo sobre pelo en brazo poco a poco en lugar de una sola vez. Para colmo, mi observador de turno de hoy, Julián, me manda una foto para que la incluya en esta bloguería y que le coloque debajo, por título ... "Una imagen del mundo Social de hoy". Todo parece podrido en una Sociedad que le encanta moverse en el barro pero no es así, lamentándose, como se puede corregir el rumbo y para ello me quedo con esa gran fotógrafa, Joana Biarnés, que a sus 81 todavía es capaz de lanzar una exposición de su obra en Madrid.  

Lo peor de la madrugada, no obstante, es que a unos cuarentones encuestados a pie de calle sobre la obra de esa gran pionera del arte gráfico, dicen que les parecen fotografías viejas de una señora vieja. "La mediocridad y la incultura nos arrasa, Enrique" - me dice Julián  ... y lo que nos queda por ver - pensé.

 Pregunta del día: ¿Esto es así o es solo un punto de vista desde el Himalaya?







miércoles, 1 de junio de 2016

Desahuciados, olvidados y malheridos

desahuciados


01 junio 2016

Pasas por su lado y parece que hablan pidiendo que te los lleves, son los desahuciados más ricos del mundo. Poseen sabiduría, cuentos, historias sobre asesinatos, amores perversos y glorias de cualquier caballero andante … son esos viejos y adorables libros que nadie quiere porque no tienen tapas brillantes de cartón duro con que adornar una estantería pija, ni hay quien les quiera en sitio alguno, son mis héroes de hoy, son esos maltratados ejemplares de papel sabio que la fría Sociedad actual, la Tecnología, los Recortes, la Educación vigente y la inmadurez y mediocridad de los que vienen y de los que están en el Poder, han convertido en algo innecesario y molesto… un estorbo.

Mientras escribía estas líneas en la llamada cola de los vampiros de la salud, un perjudicado excolega de amoríos profesionales que se ha sentado a mi lado para opinar sobre cualquier cosa que yo estuviera dispuesto a escuchar, también lo ha querido hacer sobre lo escrito aquí y que yo le he mostrado ante su insufrible interés por su contenido. Ha dicho: Has olvido añadir algo … “Como nosotros, Enrique, como nosotros“.