Fotografía de HENRI CARTIER-BRESSON - 1960
29 junio 2017
- Encontrarte con algún amigo del ayer,
siempre tiene consecuencias, y no sabes si con ello aprendes algo que ya tenías
olvidado o es que recuerdas lo cruel que puede ser la vida con quien la vive
intensamente sin preocuparse por nada o por nadie, aún y no haciendo daño
aparente a persona alguna, querida o eternamente querida.
- Hoy, entrando en el Ateneo, notaba yo
ya algo extraño pues el aire acondicionado estaba en versión Polar, es decir, al
fondo, en la puerta de los aseos se veía corretear a algunos pingüinos con cara
de felicidad solo comparable con la de la Hestevan cuando dice
eso, (en su vespertino y nunca más “culto” y diario programa de masas), … “Y no
hablo más ¿Vale?”.
- Resultaba que la niña de la Cofia y
su Jefa, La Loli, se habían ido de entierro, cosa que últimamente sucede más a
menudo de lo deseable y el Joseluí, (el chico que arregla el almacén), se había
encargado de conectar el servicio de agua, luz y refrigeración. La mayoría de
los chicos, y chicas, habían optado por colocarse al estilo de un Mantón de Manila, los cubremesas de cuadritos, con lo que el aspecto del local era
memorable.
- Pues bien, a lo que iba, apenas
entrar me encuentro con Lolo, un Ingeniero de CCyP, que a pesar de sus 68 años
bien cumplidos, parecía el actor de esa película que tanto me pirra cual es
“¿Conoces a Joe Black? (1998)” y yo, de pura emoción, al verle no lo he podido evitar pues mi
avanzada edad aparente no me lo permite, y casi me pongo a llorar mientras le
doy un fuerte abrazo … ¿Lolo, amigo, que ha sido de tu vida? – Le he dicho – y
Lolo, cual si estuviera esperando esa pregunta, se puso a contármelo durante
los siguientes 45 minutos pero yo, no con cierta dificultad, lo extractaré en menos de dos.
- “Mira, Enrique, viajar mucho
profesionalmente hablando, como tú bien sabes, nos condena a ser unos golfos en
potencia y si además eres el Jefe del equipo, aún más. Para mi mujer todo ser
con faldas de mi entorno se acostaba o se iba a acostar conmigo con solo hacerle
un gesto y yo, aunque no diga que no, quiero decir que no pongo la mano en el
fuego de que hubiera podido pasar, diré que no pasó nunca. Risas, largas noches de
marcha, mucho copeo, mucha comidita, mucha juerga, pero nada más, solo amistad y
aunque fuera mucha, nunca acabó en cama hotelera jamás. Pero mi mujer nunca lo
creyó. Ahora, una vez me he jubilado, ya hace unos años, desde ese mismo momento en
que ya no salgo de casa más que para ir a comprar el periódico o para darme un
paseo por la Playa de Valencia, no hago nada más que pueda ofender la moral o la
vista de nadie. Pero mi mujer se está tomando su venganza en plato frío. Me
trata como a un perro casero que ha mordido el sofá, me habla con desprecio, me ningunea
y siempre me reprocha todo lo que hago, todo lo hago mal … es su revancha. Ah, además,
constantemente hace referencia a tíos golfos y desaprensivos que le han puesto
los cuernos a su santa mujer y ahí están, viviendo con la joven de turno
mientras su santa exmujer pasa penas y estrecheces propias de su golfo exmarido
… un martirio diario, querido amigo y yo, sí, no sé que hacer”.
- Conseguí meter baza en su
conversación y le pregunté: “Perdona, Lolo … ¿Y tú por qué lo aguantas? ¿Por
qué no te rebotas y la llamas al orden o aún más, por qué no le dices que si
sigue así te irás de casa?".
- Y Lolo me contestó con un lacónico …
“Porque la quiero, Enrique, porque la quiero”.
- Y yo, tras otro "dramático" y baboso abrazo de
despedida, dejé a mi amigo que se fuera paseo arriba mientras yo pensaba en lo
que me pregunté, subliminalmente, al principio de esta bloguería … ¿La vida es siempre así de estúpida y cruel?
La vida puede ser de muchas maneras y tú enumera las que quieras, todas serán válidas. Los que somos idiotas y más cosas aún somos nosotros, o quizá el corazón que no atiende a razones, ya sabes.
ResponderEliminar¿Por qué sigues enganchada a ese hombre que no te hace ni pu… caso? ¡Ah! Perdona estaba pensando en voz alta. Feliz ecuador de semana.
Ay, amiga paz ... y mañana es Viernes, ya, sí, con su nuit. Feliz jueves.
Eliminar