22 abril 2021
-Me escribió un largo wasap Armando, un viejo compañero profesional de los 80, un santo varón en lo personal y un gran profesional del mundo del ladrillo bien puesto.
-Llevaba meses, más de un año, mandándole varios “holaquetalcomoestas” y nunca me contestaba.
-En las últimas semanas empecé a notar que las dos uves del wasap que salen junto al mensaje que le enviaba se ponían los dos de color azul. ¡Los había leído!
-Seguí mandándole el mismo mensaje al que añadía un, más o menos, ¿Estás bien?
-Pasaron algunos días más y finalmente hoy, esta noche, me envió un largo mensaje.
-Envió lágrimas envueltas en letras, dibujó su situación de abandono y sus pocas ganas de vivir. Mariona, su Mariona, murió en septiembre del año pasado. Se la llevó la COVID-19.
-Sentí vértigo y pensé en Neruda y en su forma de entender la vida y sus consecuencias:
“Algún día en cualquier parte, en cualquier lugar indefectiblemente te encontrarás a ti mismo, y ésa, sólo ésa, puede ser la más feliz o la más amarga de tus horas”.
Mi muy querido Enrique.. cuando una persona amada se va..obviamente hay que transitar el duelo y cada persona lo asume como puede.. Cuando se es una persona muy mayor supongo que esto se hace mas difícil..pero solo te voy a decir que coincido con esa frase final de tu texto..que si bien en este contexto puede sonar cruel, pero es muy cierta. En algun momento de nuestra vida, nos encontramos apenas con nosotros mismos..y hay que irse preparando para ello( no es una cuestion de edad)..puede suceder un dia cualquiera.. Besossssss y ya para ti ,bella tardecita
ResponderEliminarBella tardecita está resultando, además, me acaban de avisar que el martes 27 me vacunan con la Pfizer ... y ya me he puesto contento y nervioso.
ResponderEliminarEn cuanto a mi amigo Armando, me da vértigo solo de pensarlo el que yo me pueda ver así. Un horror, querida Eli, un horror.
Feliz y lindo, jueves.
Pues sí, Enrique, un horror perder a tu compañera de viaje. Ese trago amargo hay que pasarlo y, luego todo es cuestión de tiempo, solo tiempo. Supongo que cuanto mayor se sea será más difícil volver a sacarle gusto a la vida, pero yo te aseguro que llega un día que el desgarro va dando paso a una dulce serenidad y más tarde llega un momento en que se vuelve a disfrutar de muchas cosa de la vida.
ResponderEliminarMe quedé viuda con 65 años después de cuarenta y cinco de feliz y enamorado matrimonio. Me costó rehacerme. Mucho, pero he conseguido volver a amar y disfrutar la vida.
Y tú, vive el momento, no lo gastes inutilmente en tristes presagios.
Un abrazo.
Gracias Conchi. Acepto tu consejo de vivir el momento y olvidarme de malos presagios, pero no siempre lo puedo evitar, especialmente cuando, asomándome a la vida, lo veo cerca.
EliminarUn abrazo muy fuerte, mujer valiente, positiva y muy amable.