Mi Calendario

23 diciembre 2010

Hacer un Calendario, ¿eso que é?, diría un buen amigo mío que ahora levita, como yo, pues se ha jubilado, ejerce de consejero en un par de empresas familiares que  le ocupa unas siete horas al mes y es triabuelo, también como yo.

No puedes quedarte sentado sin sentir algo mas que el cinturón te está marcando el saliente abdominal o que no hay forma de dejen de llamarte al phone, leñe, cuando estás trabajando con algo importante, como preparando un informe familiar gráfico, por ejemplo.

Pero resulta que he estado hablando con él, con el de la tercera generación, el cual a sus 31 meses se le entiende casi todo aunque haya quien diga que no hace una buena. Su conversación es tan fluida que hasta tengo que decirle que me deje decirle algo, no para de hablar y de hablar y lo que yo entienda con lo que, realmente, me pueda estar diciendo, seguramente, no tendrá nada que ver, pero yo aseguraré a todo el mundo que es el futuro Speaker de la Realeza espiritual del  Mundo Inteligente del 2025.

Hace un rato, Rosy, una nueva amiga del “feisbuc” le preocupaba saber de la existencia de mi querida DFEH y eso lo hace  cuando ella todavía seca sus lágrimas por la muerte de su padre de hace tres semanas. Hay gente buena en todas partes y eso es lo que mas me estremece conocer.

Antes no sabía que eso de decir que había buena gente por el mundo se podía contar sin que perdieras la capacidad de eyacular o de perder un testículo por ello,  decía yo que eso era cosa de celestinos, adivinos, de comprensivas señoras de la calle y/o de monjes asiáticos. Qué horror, sí, pero era así.

Por eso hoy cuando hablaba-e con Rosy y mas tarde con mi nieto Enrique, me he sentido tremendamente vivo y con ello que eso que aún llamamos vida racional en los humanos, pues que es algo que existe y que puede que tenga futuro, que el calendario de nuestras vidas está por hacer y que el que no lo hace es porque no sabe que eso, eso tan sencillo, eso se puede hacer sin gran esfuerzo. Yo, al menos, quiero creerlo, por eso me preocupo en crearlo cada día y con mas ganas.

¿Avi, quieres mi calendario? – Claro hijo, claro, vamos a compartirlo año a año y mientras me dejes hacerlo, ¿vale?

 

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