sábado, 17 de enero de 2015

Luego paso y les doy un cheque (II) (2014-2012)




17 enero 2015                2012

Seguramente habrá sido, en algunos casos, su falta de previsión en el futuro a la hora de gastar sin freno, en otros será la simple mala suerte y/o la crisis, eso nunca se sabe. A veces ves gente joven, muy joven, en la tv, con tres niños en los brazos, y uno, siempre, recién nacido, reclamando mas atención de los órganos y/o entidades sociales, como si el niño se lo hubiera hecho la misma crisis. Algunos, como en Italia, se suicidan colgándose de un puente porque no pueden aguantar que ellos se vayan a las tinieblas mientras algunos ministros se van a Hawai y/o viven en la abundancia, después de haber llorado soluciones a todas las instancias políticas de su entorno. Esto está que arde, la calle llora, mientras ellos, los de la Banda Política siguen peleándose por ostentar el liderazgo en su partido, unos y los otros organizando de donde exprimir mas nuestro árbol de los dineros y/o de los deseos.

Pero esta madrugada, mientras veía como a mi niña se le escapaban algunas lágrimas al leer que han aumentado los abandonos de niños en algunos países, me he acordado de lo que le pasó esta semana en Carrefour:

Estábamos en la cola de la Caja X y delante un hombre de mi edad, encorvado, con su chándal y sus bambas, y su compra entre las manos, cara de susto y poca razón, aparentemente, el cual, al llegar al pago, la cajera le dice que no llega con lo que el hombre abriendo el puño había soltado unas monedas y unos billetes arrugados, sobre el mostrador. El hombre, de acuerdo con la chica, empieza a quitar cosas …… y de pronto, detrás mío, oigo su voz, la de mi niña, diciendo: “No, no, páselo todo” y el todo lo fueron por unos pocos  euros más, hecho que provocó que tanto la Cajera como ella, mi niña, se les asomaran desde sus enrojecidos ojazos, unas benditas lágrimas. El hecho no tendría mas importancia si no fuera por el acto de solidaridad y arrepentimiento que en mi provocó no haber sido yo capaz de decirlo antes que ella, pero lo mas curioso y mas sorprendente fue que el hombre, con cara bondadosa y haciendo una mueca, como la de un gracioso perrito agradecido, nos dijo; “Gracias, muchas gracias, (sonriendo tristemente), luego paso y les dejo un cheque”.
Seguramente mi admirable y agradecido compañero de cola, vive en otro mundo, su felicidad. seguramente, irá ligada a una buena parte de su aparente ignorancia, pero a mi, a nosotros, nos transmitió algo que no se puede explicar, pero que si nos puso, una vez más, los pies sobre la tierra. Cuando le pregunto a Maribel, hoy y ese día, tras el bendito acto de nuestra cola en Carrefour, me dice algo que me hiela la sangre: “Enrique, debe ser horrible, verse así, sin poder pagar, sin poder vivir …”

Es tan bonito vivir, pero a veces se nos olvida que, para muchos es, también, muy difícil.



1 comentario:

  1. Tracy17 de enero de 2015, 16:42

    Aleccionadora como siempre tu entrada.

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    Respuestas






    Enrique Tarragó Freixes17 de enero de 2015, 19:31

    Gracias, Tracy ... hay tantas cosas que no me gustan, hay tantas cosas que podría hacer y no se si hago ... hay tantas cosas por hacer que, a veces, pienso que necesitaría cuatro vidas para hacerlo.

    Un abrazo de domingo

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