25 septiembre 2015
En estos tiempos en que los sentimientos relacionados con el amor, (lo que hoy se llama relaciones de pareja), parecen estar envueltos en un pulmón de acero que los hace inaccesibles o escasamente duraderos por ello, me ha llamado la atención que haya alguien que todavía predique y muestre la existencia de un amor duradero hasta el último momento. Impresiona saberlo … impresiona saber que es posible.
“Después de 73 años de matrimonio, Howard Solari, de 92 años, es consciente que se acerca el momento de despedirse de su esposa Laura, de 93.En su lecho de muerte en un hospital de Nueva Orleans, su amada está ingresada con diversas dolencias, entre ellas la degeneración macular relacionada con la edad, lo que ha provocado que Laura haya perdido casi la totalidad de su visión.En la que probablemente sea su última visita por su delicado estado de salud, Howard, que apenas puede moverse y prácticamente está sordo, decidió sorprender a su amada por última vez.”
(Fuente: Antena 3)
No me hagas llorar Haceme reir
ResponderEliminarme quede cuando murio sin lagrimas
Ay, Mucha, sentimiento ... un abrazo fuerte
EliminarConmovedor. Lo colgué la semana pasada en Facebook. Lo inexplicable de la vida es que el premio por terminar la carrera sea la muerte. Como nunca hemos entendido tan terrible paradoja, en la búsqueda de las instrucciones de la carrera, hemos encontrado: unos la religión (para encontrar el trofeo), otros la ciencia (para alargar la carrera). Un abrazo,
ResponderEliminarHabrá que moverse en esos parámetros, mimarzgz ... penoso que una mor así se acabe con la muerte y si no es así ... ya te lo contaré cuando me toque.
EliminarUn abrazo