No tener prisa para según qué

Fotografía de Rodney Smith

16 mayo 2019

- Hay cosas para las que no conviene tener prisa y una de ellas, aparte de eso que llaman morirse, es la de ir a un "SPA de salud" a que te vea tu Neumóloga favorita y pasarte allí cuasi tres horitas de charla y de la denominada tertulia de los dolores, en la bendita y hasta graciosa sala de espera previa al “Respire-Sople fuerte, fuerte, fuerte”.

- Hay, también, lugares como lo son los buenos restaurantes, las salas de baile para expertos del salón y los anhelados chiringuitos de Playa San Juan, (aunque solo sea para verlos), que tampoco hay que tener prisa alguna por perderlos de vista una vez te instalas en ellos. Pero es menos obligatorio y por tanto, dando fe a quien dice que la estupidez humana no tiene límites, a eso le dedicamos menos tiempo porque el cuerpo ya no está para chiquillerías … ni para excesos.

- Bueno, sigamos con el pan de cada día: Lo mejor de la jornada, no obstante, sucede cuando alguien con voz angelical te dice: "Oye Enrique, estás mejor que el año pasado" y yo sin poder evitarlo me he levantado de mi silla de probable acusado y le he estampado un beso en cara a mi doctora con el cual he transmitido un agradecimiento vital que me ha hecho revivir mi infancia cuando salía del dentista o del quirófano de los injustos en los 50 y me salía la alegría por los ojos.

- Vivir es eso, agradecer a quien intenta que sigas ahí, dando guerra... respirando fuerte, fuerte, cual espirometría al uso cual es, hoy, el caso.

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