Playa de San Juan esta madrugada
05 mayo 2020
No recuerdo cuando lo escribí, pero hoy un amigo de toda la vida me ha mandado un texto mío para que autoreflexione sobre él y se lo explique, pues dice que debe ser de aplicación a la celestial “Nueva Normalidad” con que se nos adoctrina y hace creer su llegada próxima, desde la parte más “lúcida” del poder gubernamental:
“Después de mucho pensarlo y discutirlo con mi otro yo, he llegado a la, seguramente, estúpida conclusión de que la depresión no existe, tan solo es una actitud, un acto voluntario de flagelamiento hacia la voluntad propia por culpa de la ausencia de objetivos inmediatos en el individuo. No obstante, hay quien piensa todo lo contrario, es decir, sucede por tener demasiados.”
Lo he leído tres o cuatro veces y … ahí sigo, intentando entenderlo, aunque lo más probable y más honesto, será reconocer que quizás no quiera.
Seguramente, achaco mi pérdida de lucidez moral y animal, a mi ausencia continuada al rosario diario de las ocho, a las Misas de las nueve, a la tertulia en el Quiosco, a mis charlas con Cohonesto, a mis “sentadas” en mi banco de La Playa, a mis domingos en familia, a mis viernes la nuit y a las largas charlas, café en mano, en el Ateneo de nuestros pecados y es que esta Pandemia cruel me está matando la necesaria virtud de desear que la vida continúe, cosa que, en modo alguno, estoy dispuesto a consentir aunque ello y en su logro, me cueste la misma vida.
Haces bien en querer que continúe, es lo único que tenemos.
ResponderEliminarYa sabes, hay quien dice que ..."Mejor vida es morir que vivir muerto", por tanto hagamos posible una mejor vida
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