Sorprende que muchos de mis amigos, y no tan amigos, me pregunten por la ablación, otros más despistados me preguntan - creo que con mala saña - si el RM de Mourinho ha ganado la “Champions”, pero lo que no me sorprende nada es que todos, absolutamente todos, me digan eso que a todos gusta tanto que te lo pregunten, aún y sabiendo la respuesta:
“Enrique, ¿Has engordado un poco? – No, si no se te nota mucho”
¿Tanto costará quedar bien?. No se trata de darle coba a un hipopótamo comiéndose una tortilla de 45 huevos, ni de nadie que no haga ningún esfuerzo para estar así, medio gordo, ¿verdad?
Bueno, el caso es que ayer había perdido dos kilos largos y hoy tras una creciente e impulsiva “involuntad” culinaria, he pasado de las náuseas riníticas de hace unos días, a un dolor estomacal, tipo reventón, que hace urgente el asunto de prometer no volver a comer nunca más y todas esas cosas que uno siempre promete cuando se come dos bombones o 300 gr. de jabuguito chorreante.
¿A quién se le ocurre dejar al lobo al cuidado de las ovejas?
– Pues eso, ellos tienen la culpa, van y me dicen:
– Pues eso, ellos tienen la culpa, van y me dicen:
“¿Papá, haces tu la barbacoa?”
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