Amar, sufrir, pecar, llorar, sentirse abrazado por el viento y seducido por él hasta extremo tal que la razón del destino solo lo sepa quien quiera imaginarlo. Solo se trata de cerrar los ojos y desearlo con fuerza, lo demás vendrá solo … vivirás.
“Y me permito hacerles un ruego: si en algún momento tropiezan con una historia, o con alguna de las criaturas que transmiten mi libros, por favor créanselos. Créanselos porque me las he inventado”. (Final del discurso de Ana María Matute al recibir el Premio Cervantes 2010)
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No me cansare de repetirlo, no dejes de hacerlo, no dejemos de hacerlo!!
ResponderEliminarGracias, amigo argy. Esa es la única manera en que me olvido de mi cuerpo y sus limitaciones Un abrazo.
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