15 diciembre 2016
Pipita, lloraba discretamente en un rincón del santuario de las madrugadas …
-Qué te pasa Pipita?
-No es nada, Enrique
-No me lo quieres contar?
-Mi nieta, que solo tiene 9 años, me ha visto que discutía con su abuelo y me ha dicho … ¿Os vais a separar?
-Tendencias modernas, Pipita, solo eso.
-No es sólo eso, Enrique, es que sus padres se separaron hace dos meses y ella los vio discutir siempre. Hemos llorado juntas profundamente abrazadas y le he explicado que una discusión no, necesariamente, debe provocar una ruptura. Le he explicado que su abuelo y yo llevamos más de cincuenta años discutiendo pero queriéndonos a rabiar. Le he intentado enseñar la diferencia que hay entre discrepancia y ruptura, entre amor y desamor. No sé si lo he conseguido, pero seguiré intentándolo.
Oyéndola, a Pipita, me doy cuenta de que hay tanto y tanto de lo que hablar que ...
enriquetarragófreixes
Mucho de lo que hablar y aunque para nosotros los mayores haya cosas fáciles de comprender no hemos de olvidar que los niños son esponjas y que cualquier cosa como esa diferencia entre discrepancia y ruptura hay que evitarla. Mucho de lo que hablar querido amigo. Buena noche.
ResponderEliminarCiertamente sacar el tema es fácil, otra cosa es saber que hacer con él y, especialmente, aquellos que se encuentren con él sin saberlo o sin haberlo merecido.
EliminarFeliz noche, amiga Paz