Ser abuelo y eso de "Si nada tiene sentido, el espíritu debe al menos afrontarlo."

28 mayo 2019

- Una mañana, tal día como es hoy, se aventuraba que sería abuelo por primera vez, y que acabé siéndolo el  03/06/2007.

- Otra misma mañana de un día tal como hoy, me anunciaron que mi quinto nieto estaba a punto de nacer y así fue en ese glorioso día de 02/06/2014.

- Cuando era niño pensé que nunca sería viejo y muchos menos un abuelo de esos que llaman baboso, pero,  y aún mucho menos, nunca pensé que lo sería cuando fuera aún más baboso por culpa de la descendencia infantil de mi único vástago, cuando yo fuera un cuasi septuagenario cual es, ya, mi caso.

- No importa – pensé – lo más importante es poder contarlo – me dije – pero lo más importante, sin duda es acordarme de aquellos que antes que yo lo sintiera, ya lo sintieron sin que yo, curiosa y cruelmente, nunca entendí, ni me enteré de ello. Qué lástima ser joven tan ignorante – pensé.

- Yo, hoy y no obstante, me quedaría como solución sostenible por el bien de las generaciones de ancianos por un mundo feliz, versión 3.0, y por la de los jóvenes de hoy en su afortunado culto al body propio, me refiero al del prójimo lujurioso body y de buen ver, y, especialmente, por eso de vivir como si el mundo se acabara mañana, sin importarle la mierda de futuro que, según ellos, les han dejado los irresponsables y poco ahorradores ancestros, recordaré una vieja frase de un tal Pitágoras, que como todo el mundo de esta era debe saber, no era ningún futbolista con “pasta” y ni siquiera un brillante concursante del inefable y juvenil veinte y treintañero, concurso de MHyV: “Educad bien a los niños y no será necesario castigar a los hombres”.

- Fotre, Enrique – me dice Julián,  que ya no lleva pantalón chino de color claro – te veo algo pesimista con eso de la educación, los chiquillos y el futuro cercano, (el de ellos), y yo le contesté: “Coño, Julián, no me digas que eres familia del Coletas y que sabes predecir el futuro y con ello puedes pedir ser ministro de lo que sea”.

- No, Enrique, me contestó el sabio Julián, dices bien, Pitágoras nunca jugó en el Madrid y ese fue su problema, por tanto no hagas ni puto caso a lo que te cuente, de fracasados y coletas, estamos ya hartos.

- Vivir para ver … y oír, casi prefiero que pare el mundo … y bajarme.

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