Antoine, El Amunt Valencia, el Párroco, la chica de la cofia y … “Échale huevos”

Publicado el 27 mayo, 2019

por etarrago - etfreixes

Fotografía: Henri Cartier-Bresson Le gambe di Martine -1967

27 mayo 2019

– Llegué tarde, estaba toda la prensa vendida pero aún quedaban en el Kiosco  los rezagados de siempre, esos que no hay quien les haga una tortilla de dos huevos a su hora o un canto de sirenas desde hace, bueno, desde hace tanto tiempo que no lo recuerdan.

– Pere, que se ha hecho del “Amunt Valencia” le hemos tenido que explicar que eso no es un partido político sino que se refiere a un eufórico manifiesto de la afición popular del equipo de fútbol cercano al poder valenciano de Valencia Capital y que no se trata de, simbólicamente,  matar moros, políticos o catalanes indepes. Se ha quedado muy jodido, pero no hemos tenido más remedio que contárselo.

– Ah, como cosa de interés, diré que, tras lo de pepe y Matilde del viernes,  ninguno lleva pantalones blancos … por si acaso la vejiga tonta se afloja sin que nadie le avise. Pero sigamos.

– Antoine, el setentón de Foix, que luce pecho en pelo y mil historias que contar sobre sus huidas saltando vallas de los chalets de El Cabo a las tantas de la madrugada, nos toca hoy la fibra sensible:

“Ils ne font pas l’affaire” – refiriéndose a sus nietos, (traduzco para que no tengáis que buscar en el diccionario: “No me hacen ni puñetero caso”) – cuando llego a la cas a de mi hija ni se levantan, ni siquiera un “Là-bas tu pourris” – (por ahí te pudras) – pero es que al irme aún es peor pues solo alguno en un gesto cansino y agotador levanta la mirada ante mi “Bon nuit” y con el dedo que le queda libre de la mano que está sobre la Tablet, nos da un saludo como el del cerdo que van a meter en el ciclo de fabricación de salchichas de “cochon”.

– Pero es justo ahí, cuando ya los seis gatos que quedábamos ahí, el momento en que aparece la chica de la cofia del Ateneo, de nombre impronunciable,  (Yevtsye), que venía a por la revista del día, (la revista “Qué me dices”), pues ahora – dijo – hasta las dos no hay casi nadie en el Ateneo y Matilde quiere leerla antes de que llegue Antoine pues el francés de Foix es un tipo muy culto y no le gusta que su amada oculta no sepa quien es Honoré de Balzac o el mismo Albert Camus. Había que ver sin podéroslo contar, la de cabezazos que se han dado los chicos del PREU del 64 intentando cada uno de ellos ser el primero en ofrecerle la revista a la de la Ucrania más libre, perversa y generadora de cuerpos con falda tubo y taconazo del 9, que jamás alguno de ellos haya visto tan cerca. Pero sigamos, bueno, mejor acabemos.

– Lo mejor del día, tras la marcha de la chica del “tubo” por falda, es que ha llegado nuestro Santo Párroco y al grito de… “Pecadores que os he visto, sois unos golfos recalcitrantes ¿Por qué no vais a las vallas de las obras de Vicente Ramos, por ejemplo, en lugar de estar ahí rezando como ángeles del demonio por vuestra ya caduca potencia viril?” – “Venga, ¿Por qué no os venís a la Sacristía a por un “Dulce Moscatel de De Muller” ya que me han regalado dos cajas para las comuniones del domingo y va a sobrar?. Hubo quien se resistía pero como la chica de la Ucrania libre se apuntó, y, además, el Cura aseguró la existencia de pastas sobrantes de la Misa del Domingo, que hizo la santísima doña Virtudes, salimos todos a galope y al grito de … el mundo es nuestro, para allá que nos fuimos, incluso el Director del Kiosco cerró la tienda pues fiesta así no se regala cada día.

– “Es que mi mujer me espera a las dos y si no voy a tiempo tendré bronca” – dijo Manel.

– “Échale huevos, coño, que ya llevas demasiados años así, hecho un faldero” – le replicó el Cura.

– El resto de lo que sucedió ya no tiene historia, ni se puede contar, pues lo que se habla en la Sacristía, se queda en la Sacristía.

 EnriqueTarragóFreixes