martes, 5 de abril de 2011

¿Quien puede ir a la Playa un miércoles a las once de la mañana?




5 abril 2011

Vas a la Playa, entre semana, aprovechando un día de muerte solar fulminante y ¿que ves?: ¿Jubilados, turistas? – Pues NO, no es eso. No me lo puedo creer, pero, claro, si analizas bien las cosas, pues es hasta normal lo que ves. Bueno, me voy a tomar un café y …
“No lo tengo muy claro, Enrique, no se nunca donde está, ni se nunca a que hora va a llegar a casa. Su madre está que no vive por su culpa. Él no sabe lo que quiere hacer, se pasa el día por ahí, el otro día lo vieron en la Playa. Terminó Derecho hace ya cuatro años y solo se coloca en empleos sin ningún futuro, Pizzerías de camarero y hasta en El Corte Inglés en Informática, aunque hizo unas suplencias en un despacho de abogados de La Rambla, donde lo pusieron a organizar el archivo durante todo el verano pasado. Está cabreado siempre y la toma con nosotros. Intento hablar con él, pero se niega a hacerlo, siempre me dice que ya tiene bastante con lo que tiene para que encima tenga que aguantarme a mi. Dice que quizás se vaya a Sudamérica con una chica Venezolana que ha conocido en un curso del SERVEF”
Al rato, todos mis cafetulianos amigos, el viernes pasado, me decían cosas parecidas. Todos tienen ya una edad respetable, es decir, ya lucen canas y la mayoría, en la actualidad, aportan poco al sistema, son del equipo de los jubilados forzosos o desempleados en busca de una convenio salvador hasta que se puedan jubilar, pero la mayoría, por no decir todos, tienen cierto tinte depresivo en su expresión y en su gesto. Lucio, el malagueño, me dijo: “¿Qué hemos hecho mal, Enrique?” – No lo sé, amigo, no lo sé, pero convendrá no sentirse culpables, ni víctimas de lo que pasa a nuestro alrededor, no lo sé, quizás no hayamos sabido enseñar a apreciar  lo que tienen y a dejarnos llevar por una falsa economía de progreso y consumismo, ausente de productividad alguna. Nunca es tarde para rectificar, solo que cuesta más, pero aún estamos a tiempo. Puede que no salvemos a todo el equipo pero si a muchos.
PD: Leo este artículo y me lo pongo entre los dientes, por si acaso …..    La depresión y el envejecimiento



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4 comentarios:

  1. Enrique,algo si hemos hecho mal,la sociedad en general.Hay una orquilla ahí los que nacimos en ultimos de los 50 y los 60,aquellos que nunca tuvimos bicicleta y supimos lo duro que era salir hacía delante para nuestros padres.Luchamos por no quedarnos atras,pero en el camino dejamos los principios,y lo que es más importante de tanto conseguir nuestros sueños,olvidamos como trasmitir el modo y la lucha para alcanzarlos.Saludos y un beso

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  2. Chicos no es todo lo que se ve lo que hay. Enrique sabe que soy joven currante con principios tanto como para encararme a un gerente de metrovacesa con la finalidad de que confiese su error para poder reparar su ordenador es decir mi trabajo digno.

    Me muevo y hay jóvenes dignos de mérito en toda esta época de pasotismo mil eurismo banquismo y explotación no todo son jóvenes de fiesta en el postiguet/puerto somos muchos currantes pero no se nos ve ni se nos oye por eso porque estamos curando.

    A veces parece que justo los que os siguieron siguen buscando conseguir los sueños sin darse cuenta que hay principios y moral.

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  3. Me costo mucho entender que es mejor comprender que criticar y quejarme, aunque en ocasiones se me olvide. En cualquier caso si nos hemos equivocado aún estamos a tiempo para hacerles entender a las nuevas generaciones el valor de las cosas y encontrar motivos de peso por los que superarse dia a dia.Esfuerzo, superación, valorar lo que se tiene, humildad, respeto, amor, moderación, etc. etc. Al que no quierá escuchar,sin duda, la realidad de estás nuevas circunstancias en el mundo se lo hará entender de un modo diferente. Me apunto a este movimiento desde ya..Enric cuando preparamos el programa??

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  4. Me anima mucho leeros, amigos. Es cierto, tenéis razón, olvidamos transmitir el modo correcto de como alcanzar nuestros sueños, como dice Alhama, y quizás, y eso es lo mismo que yo creo, estamos aún a tiempo de reparar nuestros errores, como dice argy, pero escuchando a Faralai, a Jorge, sí debo decir que él no está en ese numeroso grupo de silenciosos y obstinados jóvenes que no anteponen sus deseos y sus logros a cualquier otro objetivo en el que se haga sin contar con los principios y la moral.
    Repito lo mismo con lo que he empezado este comentario: Me alegra leer estos comentarios, los vuestros. Gracias.
    Donde vaya, encuentro a un "viejo" guerrero deseando contarme de que color son sus heridas y, casi siempre, todos, hablan de los mismo. ¿Qué estará pasando?
    Un abrazo a todos.

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