Hay una canción, de esas que siempre oyes pero nunca sabes quien coño las canta, que te aparecen en el escenario de la imaginación de forma espontánea y sin razón alguna. Hoy llevo en la punta de mi diccionario esa canción que dice lo que el titulo de esta blogueria y lo hace sin parar.
A mi me ha trastocado, seguramente que a la Vicepresidenta de nuestro gobierno PPero se la haya condenado al rincón de los malditos, no dejándola hacer su pregón en la Santa Vallisoletana por la exclusiva razón de no estar casada por la Iglesia y ser, por tanto, una vil pecadora. Saldrán diciendo que no es cierto, y lo hará, seguramente. el mismo qeu desmiente lo de las pederastias, pero uno que lleva desde el 66 como amante y desde el 72 de la forma mas apostólica posible en compañía de otra, ha dejado de creer en una inútil y obsoleta estructura, aunque no en el mensaje, y eso, sin duda, lo es porque llevan ya un rato haciendo cosas que demuestran lo que son.
A mi, hoy, mas que nunca, me siento amante, si, muy amante, un fanático. Por lo demás, Soraya, enhorabuena, un acto protocolario menos a sufrir y, en fin, ellos se lo pierden, claro que han perdido tanto ya, que igual ni lo notan.
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