Imagen: EKK
04 septiembre 2012
Cuando tienes los sentimientos a punto de nieve es cuando mas cuenta te das de la existencia de muchas de esas cosas que casi nunca habías reparado a intentar saber, siquiera, de su existencia. Esta madrugada, mientras esperaba, pacientemente, que una funcionaria sanitaria acabara de cerrar con su banco un determinado problema con un impago bancario, he tenido tiempo de abstraerme de todo ese extraño proceso improductivo que nos inunda por todas partes y he podido celebrar la lectura de uno de los blogs amigos que mas me estimula. Gracias EKK, ese Blog, el tuyo, es vida para muchos y esa foto, claro, tiene que ser un premio a la naturaleza y, especialmente, a aquél que sabe apreciar su belleza.
Y sin duda, para mí es un premio que vosotros (tú en este caso) apreciéis lo que intento hacer. Un abrazo.
ResponderEliminarNo decaigas nunca, amigo EKK. Un abrazo
EliminarMe gusta pasear por el mar en invierno, ¿Curioso verdad? pero no tanto cuando te diga que el mar revuelto se escucha más, sus olas que impactan en la arena o en la roca son tremendamente bellas como la imagen en la entrada de hoy, muy bella.
ResponderEliminarUn beso
Es cierto, amiga Eva, el mar y su fuerza son de una belleza incontenida, la lucha entre su calma y su bravura, lo hacen insuperable. Sin mar me muero y con él no vivo, es como un gran amor.
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