¿Un embustero recalcitrante?

 
3 diciembre 2012     3 diciembre 2010

Resuelto mi problema conductivo preconciliar, me refiero a lo de conciliar el sueño, ya tengo mis cuatro ruedas en casa y la vida se me ofrece con poca ropa, aunque a mi no me lo parezca, a veces. Necesito aprender mas cosas sobre ella y debo sentir y adivinar por qué me persigue sin dejarme respirar. Coño, si me persigues, no me mandes emisarios que amputen mis ganas de saciar mis deseos, si me dejas hacer, no me impidas que mueva los pies como debiera. Hoy me ha dado dos avisos, me refiero a lo de: “Mira cómo y por donde andas que, aunque nada te duela, igual te caes”, pero de nada le ha servido, he seguido haciendo lo mismo que hice desde mi tierna juventud y no estoy hablando de mover los zapatos, precisamente. “¿Enrique, estás bien? – Mejor que nunca, cariño. La vida es muy cabrona, se convierte en tu maroma favorita y al final, casi la quieres como es, solo tienes que tratarla como si de verdad fuera la tuya.

Bien, pues con ese espíritu de imparable precocidad mortuoria pasiva, incluso sin hacer mucho caso al título de esta bloguería, me lanzo a preparar la conferencia de esta noche, que, como siempre, será un éxito de público y de contenidos, aún y siendo lunes. Los viudos vendrán con el amor mas reciente y las chicas, nunca solas, verán lo que pueden pillar, pues lo nuestro es territorio culto y de gente con pasta y no me refiero, tan solo, a la COREGA. Las copas y el buen hacer del de las mezclas alcohólicas, harán el resto.

Mientras me preparo, necesito instalar mi alma en el fondo del contenido de hoy que, presumo, será muy profundo. Hoy el tema principal será: ¿El amor, tu amor, vive en tu casa, vive contigo, se sienta a tu lado? Si, es cierto, puedes estar enamorado de la vida, pero …¿hay algo más? - Para ello, para situarme, me he enganchado al Lady de Kenny Rogers que me pirra y me aturde los sentidos siempre que lo necesito.

Feliz noche a todos.

 

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