17 enero 2013
Me maravilla saber que aquello que en mi infancia era algo verdaderamente inalcanzable, luchábamos por conseguirlo y al final nos salíamos con la nuestra accediendo a las escasa bibliotecas que ponía el sistema educativo a nuestro alcance.
Me sorprende que hoy, que es tan fácil acceder a ello, resulte tan difícil hacerlo. Leer el Quijote es una de mis devociones. Antes requería tiempo, espacio e, incluso, una buena forma física para aguantar el libro. Hoy es suficiente con un clic.
Me sorprende que hoy, que es tan fácil acceder a ello, resulte tan difícil hacerlo. Leer el Quijote es una de mis devociones. Antes requería tiempo, espacio e, incluso, una buena forma física para aguantar el libro. Hoy es suficiente con un clic.
Una confesión........en estos momentos lo estoy leyendo amigo, que casualidad!
ResponderEliminarHáztelo mirar, Antonio, a mi me dicen que estoy loquillo. Un abrazo.
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