Empresario Profesional: ¿Tenemos?

17 febrero 2013

- Esta semana, en una comida ligera, si, de esas que hoy puedes tomar con los amigos dado su escaso interés por la comida y si por el body y por el bolsillo,  pues decía que esos amigos, todos del sector del ladrillo, uno de ellos, en plena comida,  se empeñó en amargarme la pizza y el carpaccio y me pidió que yo le explicara lo que es un Empresario Profesional, tras yo repetir hasta las copas, lo escaso que estaba el mundo empresarial y profesional de este tipo de personajes. 

- A la vez manifestaban estar preocupados, dada la juventud  de la mayoría de los compañeros de mesa, por su situación y la escasa o nula demanda que el sector que mejor conocen, el sector Constructor y Promotor, propone en la actualidad en este querido país que convendrá irle llamando Spain. 

- No obstante, insistieron en que les diera las pautas básicas para montar sus propias presentaciones, pues algunos ya están con contratos en Brasil, otros en Alemania y hasta los hay que se están preparando para irse al Magreb. Una pena, si, pero mientras nuestros jóvenes emigran para ocupar cargos de responsabilidad en el mercado exterior, los de siempre, los que hundieron este país en los años de boom inmobiliario, banqueros, constructores y promotores inmobiliarios, o siguen  en el cargo o están en la cárcel, lo cual para el futuro empresarial de esta piel de toro presenta, pues, un horizonte poco claro.

Un empresario profesional ………..

• Es el profesional que actúa en nombre y por cuenta del capital
• El capital lo nombra por su capacitación y delega en él
• No tiene por qué ser accionista o partícipe del capital
• Su riesgo es profesional y no patrimonial
• Busca continuidad y/o mejorar su Curriculum Vitae
• Las características dominantes del empresario actual y del futuro son las de ser  un empresario-profesional, promotor, innovador y, aún mejor, administrador.

Me preguntaban sobre  qué haría yo, hoy, si tuviera 30 años – Me guardo la respuesta pero con lo que les dije, a algunos les faltó poco para ponerse a aplaudir, aunque también los hubo que casi se me ponen a llorar. Lo peor, sin duda, es quedarse quieto.

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enriquetarragófreixes