El dedo de Julia, el destino, la suerte y alguna que otra circunstancia

01 julio 2013

Me mira con los ojos hacia arriba, una mirada tímida, se acerca, te coge de la mano y se pega al lateral de  tu pierna. Recuerdo que me reía cuando, Rafa, mi amigo el Básico, me dijo, hace varios años, que cuando leyera La Sonrisa Etrusca no podría evitarlo, ese libro me haría llorar. Ahora por cuarta vez en seis años, ya tengo a mi Julia que, con sus 23 meses, hace lo que han hecho todos sus hermanos, cogerme de la mano y apretarme mucho, mucho y, especialmente, siempre, un dedo, el dedo que pilla. Ayer no la vi, no, pero me lo debe.

Por culpa de ellos aprendí a ser abuelo, el Avi, si, es una de esas fases de la vida que nadie debiera perderse nunca. El destino, la suerte y alguna que otra circunstancia, hacen que eso pueda o no, ser posible, pero de serlo, no tengáis miedo a que llegue, no, temáis a que os llamen  “viejos”, no, ya lo veréis, es la mejor etapa de la vida. Quizás el único problema es que es la que sucede todo a una velocidad de vértigo, como diez minutos en internet que siempre son tres horas, aquí, a esta edad, cuando dices …. “sucedió hace poco”, siempre hay alguien que te recuerda que eso fue hace diez años.

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