19 junio 2023
- Ella era una mujer, extraordinariamente, singular. Pero andar en el día de su adiós en el cajón de "sus cosas" encontrando su dedal, sus agujas, sus viejos botones sueltos, sus gafas y, como no, sus notas, es algo que sólo es comparable a ese estado que imaginan en los escenarios de ficción, pero la realidad de un nunca olvidado tiempo muy feliz a su lado siempre vive y vivirá escondida en lo más profundo de mi alma.
Cinco de mis mejores refugios
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Comrendo tu estado, Enrique. ESos objetos, la memoria de sus cosas, es cruel: hablan como en la canción de Mlanés, del espaco,en que no estás. UN fuerte abrazo. Carlos
ResponderEliminarEsa es una gran canción. La tengo dispuesta para el día de mi funeral, Carlos Augusto.
EliminarSaludos.
Acaso hablas de tu madre, amigo mío??? Porque eso es lo que mi intuición de silva al oído... Pero si le tengo que regañar a mi intuición, no dejes de decírmelo!!! No sería la primera vez.
ResponderEliminarY lo que dices??? Una belleza... Una belleza, Enrique. Tienes alma de poeta. Y tambien de poeta enamorado. En primer lugar de la vida. Y luego??? Luego tu lo sabes, aunque has dejado pistas.
No conozco una sola persona sensible (especialmente sensible) que no tenga alma de poeta. Y mucho más que otras personas que escriben poesía, pero es... otro tipo de poesía!!! La que a mi me gusta no necesita escribirse en versos.
Un enorme abrazo, querido amigo!!!
Sí, amigo Emilio, hablo (escribo) de mi Madre y sí, no necesita escribirse en versos.
EliminarHoras bajas, amigo. Pero me recuperaré.
Un abrazo.
Me has hecho recordar el día que tuve que recoger los objetos personales de mi madre fallecida.
ResponderEliminarUfffffffffffff
Saludos.
Justo ahí estuve, hoy, yo recordando ese día.
EliminarUn abrazo, TS.
Las cosas guardan muchos recuerdos. Un beso
ResponderEliminarInolvidables, Susana y mucho más en esta etapa final.
EliminarQué bonito texto , casi le cuadra a mi madre.
ResponderEliminarGracias, Tracy.
EliminarY siempre estará allí, en un lugar especial porque ella lo fue.
ResponderEliminarAbrazos estimado Enrique
Ay, Tatiana, en estos momentos de horas bajas, es cuando más la recuerdo.
EliminarSaludos.
Me hiciste suspirar.. Esperó que te encuentres mejor te mando todo mi cariño.
ResponderEliminarLuchando estoy contra mis fantasmas, Judit.
EliminarUn abrazo, escritora
Me recordaste a mi madre, Enrique.
ResponderEliminarEspero que, para bien, Maia.
EliminarAhí suelen hallarse casi todas ellas...
ResponderEliminarSentido abrazo Enrique.
Gracias, ERnesto, en estas horas bajas, estos pasajes se vienen al escenario de la memoria sin que pueda evitarlo.
EliminarSaludos, amigo.