Mis amigos, los amigos, también existen

02 julio 2011

Hoy, tristemente, hace ya tres años que Inocencio se nos fue, él fue de esos amigos vitales que todos necesitamos tener cerca, un gran embaucador, un buen amigo y un magnífico aparejador, de los de toda la vida del mundo del ladrillo en Alicante. Lo encuentro a faltar, sus consejos, sus guasas, sus charlas, en fin, todo en él es de grato e inolvidable recuerdo. Sígueme esperando amigo, tómate otro café que ya voy, si tardo, no desesperes, ya llegaré.

Pero también hoy un buen amigo ha decidido cumplir años:

Antes de que te pongas a llorar, y yo también, te diré que acabo de levantarme tras una noche de amistades perdidas y emotivos homenajes. Nada de alcohol ni sexo, solo buena compañía a raudales, como muchas de las que he tenido a lo largo de mi joven y renovada vida. Hoy es tu día, amigo, pásalo como quieras hacerlo, eso es lo más importante y eso es lo que te deseo, que el resto de tus días los celebres como a ti te dé la gana y quieras hacerlo, no dejes que nadie te imponga un ritmo al que no quieres ir, ni que te impongan unas normas que te cueste asumir.

Felicitar a los amigos es algo en mi tan inevitable como necesario y estando en ello, al contestar al mío, mi amigo me ha regalado los oídos con un “tírote los tejos”, mas o menos así: “Muchas gracias, ET. Siempre es un placer oír la música de tus palabras”. Nada con la celebración del día en Chueca, nada de eso, o eso creo, amigos para siempre podría ser el objetivo primario, eso sí, pero lo cierto es que me encanta hacerlo, cada vez más, lo he hecho siempre y espero seguir haciéndolo hasta que vaya a tomarme esos cafés que tengo pendientes con ese montón de amigos que esperan en ese bar virtual que hay en la primera curva subiendo al cielo, a mano derecha, antes del purgatorio. Es una traicionera forma de mantener la brasa de algunos sentimientos y eso me gusta, si, me gusta, cada vez más, ¿que cosas, verdad?

Feliz sábado a todos, alegría y reflexión, todo a la vez, si se puede y os dejan, no os olvidéis de vuestros amigos nunca, son como las flores que, ya sabéis,  hay que cuidarlas para que estén frescas y bonitas.

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