Fotografía de Arthur Tress – (Frío, solo frío)
Ya, claro, siempre hablas de ella - me dicen todos al pasar - pero será por algo - me digo yo. Me ha gustado, siempre, que la vida se presente en bolas, como es.
08 febrero 2015
Hoy no hubo golpazo entre mi tibia derecha y la esquina del somier asesino y, además, encontré las gafas que, otra vez, perdí el jueves ... estaban en el cajón de la limpieza de zapatos, al lado del calzador negro.
Hoy será un gran día, sí, nadie habla de fútbol en el quiosco y la prensa deportiva está en segundo plano, (perdió el Madrid, 4-0, con el Atleti ), y en la cola de las frutas y verduras, solo se habla del frío que hace y de cuanto tiempo hace que nadie ve a esa simpática boliviana que entendía de melones cómo nadie. Cosa inexplicable es que el perrito de la china, al que dejan atado a la farola que hay justo a la entrada de la tienda, se haga su pos en la misma entrada y yo, sin gafas, (un acto estúpido de coquetería) ..., ¡¡zas!!, zapato de lleno en ella.
Lo mejor de mi paseo matinal, sin duda, ha sido saber que la hija de Leonor ha vuelto a la vida tras dos meses en el Hospital aquejada de esa terrible enfermedad a la que tanto me cuesta nombrar ... y a mi, cuando Leonor me lo cuenta, me parte el alma, pero me alegra sentir que alguien me lo pueda contar y, especialmente, cuando me cuenta que esa terrible enfermedad está consiguiendo que el marido de la niña haya vuelto a casa y se haya reconciliado con él y con ella ... "han tenido tiempo de hablarse en estos duros meses, Enrique, nunca lo habían hecho, ese era su problema y ahora su solución ha sido hacerlo. Él huía buscando vida … cuando la tenía tan cerca".
Enviado desde mi Note 4
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