domingo, 8 de febrero de 2015

Esas pequeñas cosas que andan por encima de mi mesa



08 febrero 2015   -   2013   -   25 agosto 2016

Hace ya mil años, unos 45, tropecé en mi primera obra como aparejador responsable con  gente a mi cargo, en una empresa constructora, que no fue otra que CYT y la obra la del Metro de Plaza España a Paralelo, (en mi querida Barcelona natal), con un Ingeniero alemán que venía a pasar unos meses con nosotros en un intercambio profesional entre becarios de distintas empresas de aquí y de otros países de Europa. Este muchacho, que tendría casi 30 y yo 21, me enseñó muchas cosas de la profesión, de la forma de trabajar, de organización, de ordenación y hasta de civismo laboral. Pero de esa experiencia me resultó muy grato que el Deutscher Ingenieur, el mismo día que se despidió para volver a su Liebe Erde, me hizo un regalo que nunca olvidé, ni olvidaré mientras viva. 

Es de esas cosas que cada vez que la miras te trae un extraño, reconfortante y grato recuerdo. Me regaló un cartabón numerizado para medir distancias y ángulos sobre el papel,  de forma rápida. Todo un artilugio único y especialmente práctico. Lo usé toda mi vida y aún hoy lo tengo en mi mesa de despacho. Recuerdo que un día, hace ya mas de 20 años,  un compañero que ya murió, me preguntó de donde había sacado ese magnífico cacharro.  Acabé contándole que en este precioso camino hacia no sabemos donde y que consiste  en  andar por él de modo llevadero,  que yo procuraba rodearme de cosas que me recordaran a personas que algo hubieran hecho bien ante mi, para que no se me olvidara recordarlas cada día. Mi amigo me preguntó si era por eso que siempre estábamos juntos y se puso a reír … y yo, ahora, a llorar.






enriquetarragófreixes



2 comentarios:

  1. Me ha encantado tu artículo mon amie................a mi me ocurre tambien algo parecido, no se si será hipermnesia o que soy un melancólico, pero me encanta eso de ver objetos y con ellos recordar momentos pasados agradables!

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    1. Además, si consigues levantar la vista cuando te ve haciéndolo ... verás, parece que te miran como si estuvieras algo loco. Es divertido. Ay, amigo Antonio que bonita es la vida y que corta se me hace.

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