Pintura de Fabián Pérez
08 marzo 2023
- "Una calle oscura, un camino oscuro, una vida oscura, Enrique" - Así resumía la vida de sus últimos años de decadencia moral y económica, cada vez que me lo encontraba, uno de los más grandes subcontratistas del enyesado de toda la zona de La Marina en los 80 y del que fui buen amigo profesional.
- Viudo, viejo, arruinado y una salud descontrolada, agotó su vida yendo de aquí para allá buscando un hombro amigo en donde descargar sus lamentos y su dinero.
- Bebía y fumaba como un carretero mientras dirigía sus deseos a cualquier cosa que le propusieran como prohibida. Decía (hace algunos meses), ser amante de una linda sesentañera de buen ver que colecciona cuadros de cualquier artista de la tierra.
- Se había aficionado a no dormir, a la aspirina y a la pastilla azul. Malvivía en un ático sin ascensor en La Virgen del Remedio mientras no consolidaba su relación con la amante de la pintura la cual tenía y tiene un chalet en El Cabo, junto al mar.
- Federico sale a pasear cada día el perro de su querida y ahí lo pillo, hoy, con su taza de Ron Cacique en el bar del lugar al que se fuga y que bebe a pelo (el ron), como si fuera mi descafeinado con leche (a sorbos).
- Le pregunto: ¿Cómo estás ahora, Fede?
"Como sabes nunca supe afrontar el final del boom, que la crisis me pilló con deudas que nunca debí asumir. Me lo gasté en putas, en negocios equivocados, en Mercedes 500 y en vivir una vida que se me mostró en bolas cuando tenía 40. No tengo familia y a la que tuve se lo hice pasar muy mal ... me equivoqué ... lo sé ... ¿Y qué? ... pero que me quiten lo bailado. Ahora estoy encontrando una nueva oportunidad de vida y no la quiero desaprovechar."
- Finalmente (empezando a sonreír), y tras una larga y profunda inspiración, apuró el último trago de su Cacique y me confesó que se ha ido a vivir con su amada coleccionadora de cuadros de arte, que pensaban casarse, que casi no bebe (¿?), que era feliz … me la presentó, ella apareció en ese momento y le estampó un suave y amoroso beso en el pico que me dejó sonriente … parecen una pareja feliz.
- Y cogidos de la mano se fueron calle abajo en dirección a Cala Palmera a los cuales seguí con la mirada hasta que se adentraron en el sendero de acceso al rincón de los nudistas.
- Sé que cada cual vive su vida como la quiere vivir y, por tanto, no seré yo, precisamente, el primero que los lapide, claro que no, pero creo que hay vidas que debieran contarse en las escuelas de los que empiezan a aprender a vivirla.
