En el Ros de mis amores, dándole besos a Pepito.

15 abril 2009: 

¿Por qué querré yo tanto a Pepito? Pues será porque sigo acordándome de esas maravillosas madrugadas donde tomar un café con él, uno a cada lado de la barra, era algo verdaderamente único en el mundo.

Con su musiquita de fondo, mi 80/20 preparado por él como nadie, mi periódico en una mano y el pda en la otra, (haciendo el gilipuertas), mi Andrés con sus cosas de comer dándonos envidia, los chicos y chicas del Vissum del primer turno dando ambiente a la sala, donde todo, absolutamente todo, olía a genuino, a único.

Todo ello, que suerte tengo, son asuntos para no olvidar. ¿Verdad Pepito? Mañana volveré con un@s amig@s, arrocito de chupitos, negret, y unos entrantes … hasta mañana.

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enriquetarragófreixes