Ghetto Vecchio – Pizza Inmobiliaria y Acompañantes de lujo

03 febrero 2010

El día no andaba fino, determinada parcela de la Administración me aturde la mañana y me hace perder un tiempo precioso detrás de la insolvencia y falta de profesionalidad de otros. ¿os suena? – vale, ya sé que no es novedad, pero cuando es todos los días ….

El día comenzó bien, mi cafetito de hoy fue con Pepe, el director del Centro Residencial donde tengo el “despacho” de invierno. No he conseguido sonsacarle ningún chisme de nadie, Pepe vale lo que nadie sabe, seguramente nadie se lo agradecerá, a sus 58, ya no sabe si podrá algún día jubilarse. Le digo: ¿Has probado a meterte en política? Si lo haces a los 60 “pacasa” – Se ha reído mucho, pero creo que lo hacía para quedar bien, no se si sabía de que le hablaba y esa es su suerte, la de los políticos, la gente de la calle está tan lejos de ellos, que pueden hacer lo que les de la gana, sin que nadie se entere.

Pero compartir expectativas de futuro y de presente con otros cinco magníficos “Magos del Ladrillo”, ha sido, sin duda, lo mejor del día. “¿Como veis el futuro? – No me han tirado la botella de Vecchio tinto a la cabeza porque son muy educados, lo he notado, pero me ha salvado que en aquél mismo instante han presentado unas pizzas tostaditas, solo pan, que con un poquito de “oli” y sal, se me han colocado en el cielo del paladar y de los culinarios inimaginables. Tres bandejitas que han sido devoradas por los 6 magníficos de hoy. Luego una ensalada italiana, salsera como LMQLP, pero estaba como caída del cielo.

El lugar de reunión está, sigue allí, (quiero decir),  en la Alicantina Calle Tridente, por encima de la Calle Arpón y al lado del Mont Royal. El interior mantiene un decorado brillante y hasta íntimo, reservando distintos ambientes para distintos usos. Cálido, muy acogedor y la comida muy abundante. De precio, como todos los restaurantes de crisis, alrededor de los 20 €.

Mas tarde, y coincidiendo con otra de mis magníficas preguntas; ¿estáis en algún proyecto? – entonces las miradas se han convertido en lanzas y tras un largo regateo, ponemos nuestros desnudos sobre la mesa y descubrimos que si trabajamos en algo, es por que queremos hacerlo y no siempre porque alguien lo pague. Menos mal que en ese instante traían las Pizzas y ya se ha desviado la atención hacia la cosa culinaria.

Malos tiempos pero buenas caras, son gente estupenda, todos están en algún proyecto, no descansan en su ánimo de emprender lo que sea, desde hacer propuesta ocupacionales para el ladrillazo que viene en Brasil, hasta la de crear empresas de servicios alrededor del mundo del ladrillo residencial o de servicio al pensionazo. Todos están multiocupados, dan clases en la UA o donde sea y no desoyen ninguna iniciativa que les propongan. Otra cosa será que la remuneración se corresponda con su esfuerzo, pero ya se sabe aquello que dijo Publio Siro de: Nadie sabe de lo que es capaz hasta que lo intenta, o aquello que dijo Umbral: El talento, en buena medida, es una cuestión de insistencia.

Mis compañeros de mesa de hoy, seguro llegarán donde se propongan, se lo han propuesto y ya se sabe, el que la busca …

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