La Economía del sexo

25 febrero 2010

Hablábamos de economía y hemos acabado hablando de tíos buenísimos y de señoras estupendas. Esa definición, me refiero a las dos,  corresponde a la distinta forma de describir el estado exterior de un ser humano, dependiendo de si eres una joven de menos de 25, o si eres un tío de mas de 60 , poco largo y de esos que todavía suelen mandar flores, para mayor INRI.

Intentaba contarles, animosa mas que realmente, a mis amigos “cafeterianos” matutinos, que la economía está como el tiempo, ya escampa y, además, hasta se atreven a contarlo en los periódicos. Les enseño lo que se ve en La Digital pero nada de nada, ellos están en lo suyo.

Pues tío, aquí ya parece verano, me cuenta la que administra el servicio de la barra con una agilidad y destreza fuera de lo común. Entonces me voy al escritorio de mi minipc y les muestro que estamos en los 21º de caloó. ¿Veis?, insisto, escampa el frío y ya llega el calor que va a contagiar a la economía del día a día.

Pero no había forma de centrar el asunto en alguna cuestión seria, inmediatamente que tocas un temazo de esos con los que me gusta castigar al personal,  todos se ponen a hablar de lo que importa, de lo buenísimo que está el CR9 y de lo bien que baila la Pilar Rubio que, por cierto, dicen todos que está buenísima y yo no me había dado NI cuenta.

“No se de qué conyo hablas Enrique, pero a mi lo que me va es soltar lastre sexual todas las noches, es barato, es cómodo y te lo pasas de PM, ah, además, no gastas nada”. Aunque parezca mentira, eso ha soltado uno de los mozos cafeteros dirigiéndose a la directora de la barra del café sin pestañear, ni nada de eso que pudiera parecer que se “ha pasao”. Pero nada más lejos de la realidad pues, inmediatamente, la Directora le suelta que eso es tener extraviada la mente y que es propio de animales, o de hombres, aunque le ha reconocido, entre risas, que es muy barato. - “pos cuando quieras lo probamos tía” - “masquisieras tío”. (sic). 

Por un momento, mientras seguían con su especial idioma del “pos”, me ha pasado por la cabeza querer preguntarles quién fue su maestro en EGB, pero no lo he hecho, me he acordado que una vez que lo hice a unos chicos de un curso de orientación Universitaria patrocinado por los rotarios, se lo tomaron muy mal y casi salgo por piernas.

No había forma de centrar la cosa en algo serio y ya me estaba dando ganas de marcharme, cuando alguien del fondo del grupo cuenta que tiene una vecina con una actividad sexual espectacular y que por su culpa su mujer está como una moto, - ¿quée? – Pues mira, resulta que la tía se ha separado y como está buenísima se ha buscado no sabemos si a uno o a varios, pero la cuestión es que no hay tarde, antes de que lleguen sus niñas, o noches de larga duración en los que el maromo de turno le endiña a la divorciá, tres viajes cada día, y claro eso estaría bien si no fuera porque, como las paredes parecen de papel, los gritos y otros argumentos tipo dinosaurio que salen de las gargantas de la parejita vecina, se meten en mi cerebro y en mi alcoba, pues mi mujer desde que los oye se me pone a tiro cada cinco minutos y yo ya estoy, eso sí, mas rico pero “reventao” . Ya no tiene ganas de ir al cine, ni de salir a cenar, ni de ver la tele, todo el tiempo pide marcha, buf, no sé si lo resistiré.

Mientras alguien me decía que tengo mas rollo que la portera del convento de las Clarisas, yo no me daba cuenta que la cosa cenital de la economía quizás estaba junto a mi alcoba, detrás de la pared de mi vecina que también tiene lo suyo.

Y es que en cuestiones de economía, nunca se aprende bastante, me doy cuenta que el Ettore y La Salgado, no tienen NPI del asunto, este es el futuro que parecen haber aprendido los más jóvenes, se han metido de lleno a aplicarse en la Economía del SEXO y de verdad que parecen haberlo entendido tan bien, que parece que no hagan, ni piensen, en otra cosa.

Lo peor es que a mi este nuevo modelo económico me pilla ya un poco mayor, no sé, ya veremos. Lucharemos, como siempre, no hay mal que por bien no venga, deu dirá.

Mientras lo estudio echaré a la librería del olvido aquella famosa frase de Ronald Reagan que pronunció una vez que le preguntaron sobre cuales eran las soluciones gubernamentales a las distintas variables y posiciones de los distintos tiempos de la economía:

“La visión gubernamental de la economía puede resumirse en unas cortas frases: si se mueve, póngasele un impuesto; si se sigue moviendo, regúlese, y si no se mueve más, otórguesele un subsidio.“

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