domingo, 18 de abril de 2010

El divorcio de los jubilados y la incomprensión de sus niños del alma



18 abril 2010


Comenzar el día leyendo una noticia así, es como cuando te dan, o te daban, la confirmación de nuestra infancia. Es una constatación de lo que se ve por ahí. Nadie está dispuesto a renunciar a sus posibilidades de una vida nueva, ni a todo aquello que les reprimió un cambio en su mas tierna y “sofisticada” vida matrimonial. Todo ello lo piensan, y practican ya, por encima de su moral y de sus creencias. 

Muchos “viejos” han decidido, ahora que ya no tienen la responsabilidad del mantenimiento de la unidad familiar, que lo mejor es mandarlo todo a paseo, no aguantan más y deciden “realizarse” pues siempre se habían sentido atados por un matrimonio sin amor. También resulta curioso, que ellos las prefieren jóvenes y colombianas, pero ellas buscan un amor que no encontraron nunca. Esas son las estadísticas. Pero ese no es el caso, hoy.

Los “viejos” que no lo hacen dicen:”¿Pero donde irán esos a dos, a su edad, mira que liarse como si fueran dos niños?” “¿No se dan cuenta que ya no tienen edad para eso” – Pues bien, todo eso, que es una forma de pensar propia del que ha sido educado para ello, tropieza con la nueva “tercera juventud” que disfrutan nuestros “viejos”. Ellos, los “nuevos viejos”, han decidido pasarse al modernismo actual: “Viva el divorcio y viva la vida de pareja a la tercera edad o a la viudedad”. Bienvenidos al siglo XXI.

Lo curioso, y no sé si muy penoso, es que sus hijos, los modernos, los que han nacido en esta era, NO LO ADMITEN. Seguramente el análisis de este simple “no lo admiten” daría para escribir un libro de largo recorrido. 

El viernes noche, escenario de la marcha creciente de los “nuevos viejos con sus nuevos hábitos”, un “nueva vieja pareja”, ambos divorciados y compas de tertulia, me decían: “Resulta sorprendente, a cierta edad, tener que oír”:

“Mamá, como vas a liarte con es ese señor a tu edad” 

“Pero Papá que hacías la otra noche morreándote con esa señora en plena calle, pero si puede ser tu hija” 

“¿Mamá esas son horas de volver?”

“O sea que puedes salir con ese señor, pero no puedes quedarte con tus nietos …”

Los niños, cuando se hacen mayores y tienen hijos, no pueden soportar, ni entender, que sus “viejos” decidan utilizar las prácticas modernas para ver neorealizadas sus estrategias sentimentales y de pareja. Curioso ¿Verdad? – pues sí, pero es tremendamente cierto.  A veces, parece que esto sea el mundo al revés.

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