17 abril 2010
(****)
No es algo que se sepa, creo, pero esta noche he tenido un sueño inquietante y he visto como el rey de los cuchillos largos de mis queridos excombatientes y vecinos de trinchera de los últimos años, ha caído también. Su larga carnicería y malos modos, han acabado también con él.
No se si es un sueño o es una simple perturbación mental de mi avanzado estado de descomposición de mis lóbulos. No conozco los detalles o, repito, si solo es un sueño, pero diré que no está bien hacer leña del árbol caído, es decir, no se puede uno alegrar de que a alguien, por muy cerdo y animal que sea, se lo carguen de modo fulminante. No obstante, habrá que decir también que mi querido excompañero, me refiero al de los cuchillos largos y cianuro en el vino de las formas, no ha hecho nunca mas que lo que le han dejado hacer y, con toda seguridad, lo que le han mandado hacer los que ahora le echan a la PC. Si, le han echado esos que con su medio millón de € al mes, hacen lo que pueden por salvar a la empresa que, en otro tiempo, fue el amor de muchos.
¿Bueno y a quién coño le importa esto? – Pues creo que a mas de 300 les va a llegar al alma esta noticia, incluso más, mucho más, que si el Espanyol le gana al Barça alguna vez, pero lo importante de la noticia, perdón, del sueño, es que una vez más se repite aquello de:
Sueña el rey que es rey, y vive
con este engaño mandando,
disponiendo y gobernando;
y este aplauso, que recibe
prestado, en el viento escribe,
y en cenizas le convierte
la muerte, ¡desdicha fuerte!
¿Que hay quien intente reinar,
viendo que ha de despertar
en el sueño de la muerte?
Adiós querido cuchillero, espero que ahora puedas meditar sobre el daño que has hecho a tantos y tantos compañeros, pues ya ves, nadie es el rey del mundo y ya sabes; el que a hierro mata ...
El martes, cuando me despierte, veré si mi sueño se ha hecho realidad.
(****): Historia inventada, cualquier parecido con la realidad es una pura casualidad o es que me habéis adivinado la intención.
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¡Qué gran verdad amigo Enrique!
ResponderEliminarUn abrazo
Así es amigo Fernando. La verdad no es triste ni alegre, su problema es que no tiene remedio.
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