Depresiones y un, ¿Te pasa algo? para remediarlas – Mis cinco cajitas de colores

20 mayo 2010

En mi largo deambular matinal tropecé con un amigo al que he visto decaído. Su cara era un fiel reflejo del alma y  de su estado. Normalmente, con un ¿Te pasa algo? o un ¿Va todo bien?, es suficiente para que la persona con la que te tropiezas, si alguna herida le aflora en su interior, te cuente “sus cosas”. No es muy difícil solo es cuestión de intentarlo.

Mirarse al ombligo es un defecto en el que caemos todos, pero hacerlo muy a menudo puede provocar ardores en la imaginación y llagas en el alma, especialmente cuando no sabemos ver lo mucho que tenemos. Mi amigo es guapo, alto, joven, tiene una guapísima mujer, tres hermosos hijos y un negocio próspero al que se dedica en cuerpo y alma, pero sus lágrimas le pesan mas que sus dichas. Es curioso, ¿como es posible que los estados  depresivos se produzcan en mentes ricas en posición y salud?, es raro, pero eso se repite en muchos de nuestros amigos, en demasiados, solo es cuestión de observarlo y una vez detectado, bastará con un “¿Te pasa algo?”, para intentar aplicar los primeros auxilios. Yo lo hago siempre que puedo, no dudéis en hacerlo conmigo cuando me pase.

Mi “quasi” sobrina Iris, sigue siendo una personita cuyo corazón parece de otro mundo. Hoy, a propósito de las “depres”, he captado, en su FaceBook, uno de sus inigualables mensajes, son una verdadera terapia que, ojalá, pudiéramos aplicarnos con mayor rigor y menos practicismo.

MIS CINCO CAJITAS DE COLORES (gran cuento)
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Ayer a las 16:06

Cuando me siento, un nudo en el estómago, me tumbo en el suelo y abro mis cajitas de colores.

Abro la caja roja y dejo que salten al suelo todas las emociones que guardo allí: ira, enojo, furia, cólera, irritación, frustración, miedo, impotencia, rabia, asco, vergüenza...

Abro mi caja negra y de ella salen, apagadas la soledad, la tristeza, la desesperanza, el abandono, la pena, la angustia, la pesadumbre...

Abro mi caja verde y me encuentro florecientes, la esperanza, la fe, la ilusión, la curiosidad, el consuelo, la confianza, la compasión...

Abro mi caja amarilla y surgen palabras brillantes como el sol: amistad, amor, ternura, alegría, felicidad...

Abro la caja azul y sin ruido se despliegan la humildad, la gratitud, la serenidad, la calma, la paz...

Juego con ellas, dejo que se mezclen, las agrupo, las ordeno, las miro y las remiro. Luego decido con cuales me quiero quedar.

Hoy he escogido tres palabras: verde-confianza, amarillo-amor, azul-calma. Las demás las he guardado en sus cajitas. Por cierto... el nudo ya no está.

NAMASTEEE!!!!!!

Shukriya, Iris

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