martes, 1 de junio de 2010

El Jardín de Doña Sinforosa y la amnesia anterógrada

 1990-Puerto Deportivo Torrevieja-Playa del Acequión

01 junio 2010 


Barajaba esta mañana en la tertulia diaria alrededor del café del día, que las cuestiones de la memoria no tienen explicación y cuando la tiene te das cuenta que la caradura de muchos hace el resto. Recuerdo que en el 91, CUANDO LAS ELECCIONES MUNICIPALES, estuve toda la noche rezando para que Pedro, el que era el Alcalde por Moción de censura en Torrevieja desde el 88, ganara las elecciones. Nos hicimos muy amigos, bueno, quizás solo conocidos, pero tratamos muchos asuntos y a mi me venía muy bien que él ganara para no tener que volver a empezar, otra vez, con la recalificación del solar, frente al mar, en la Playa del Acequión y que tantos disgustos me dio desde que mi querida ValleHermoso lo compró en el 88. Pedro ganó las elecciones y aún hoy sigue siendo Alcalde de esa extraña población que, toda ella, es lo más parecido a la barcelonesa Rambla de las Flores, en su total recorrido.

Tanto duró la gestión urbanística del dichosos solar del Jardín de Doña Sinforosa, que así se llamaba el lugar, que al paso de los años perdió interés para nuestro querido Presidente, Martín de Eyries y me ordenó  venderlo. No quería ver el nombre de la Sociedad, cuyo prestigio era incuestionable, junto a miles de viviendas de escasa calidad que se ofrecían en la Revista Segunda-Mano, muchas de ellas en Torrevieja. Todo el trabajo de varios años se vino abajo y la venta tras algunos devaneos, acabé cerrándola con el propio Pedro a favor del Ayuntamiento de Torrevieja, allá por el 93-94. Pedro anunció su compra en la sede del PPartido y salió en hombros ante la inevitable ira y envidia de la oposición. Ya éramos socios, aunque lo fuimos para una sola operación. Con él viví una etapa preciosa participando y patrocinando algunos felices eventos como la del inigualable concurso de Habaneras y otros que me dieron vida, relaciones sociales y felicidad para muchos años.

Curiosamente, casi diez años después, volví al lugar de la mano de MVC pues compramos, (mas bien nos vendieron), el solar justo al lado de aquél que tanta amistad me dio con mi queridísimo Pedro. Lo curioso y lamentable, es que de la mano del ínclito y gran empresario Carabantes me acerqué al Ayuntamiento para mediar en la gestión urbanística de ese nuevo solar sin que mi queridísimo Pedro, el Alcalde, me quisiera recibir por no conocerme, cosa que, mas tarde, desmintió.

Aprendí, con esta historia maquiavélica, que a los Políticos se les va la memoria sobre la identidad de los profesionales y empresarios cuando no hay elecciones y mucho más si se creen que no eres tú el que tiene el poder de “administrar” los bienes de tu empresa y es entonces, justo entonces, cuando les aparece, inmediatamente, la amnesia anterógrada.

La amnesia anterógrada es aquella en la que los nuevos recuerdos no se almacenan en la memoria a largo plazo: tienen más capacidad de recordar lo que sucedió hace 20 años que lo que pasó hace dos días. Y por el lado opuesto, se encuentra la amnesia global transitoria, en la que se tiene dificultades para acceder a viejos recuerdos.

2 comentarios:

  1. Un profesor que tuvimos la señora alcaldesa y yo en la Universidad dijo un dia: "Haganme caso, cuando vean a un polico, huyanle",,,,,,,,,,creo que en cierto modo no estaba equivocado,,,,,,jeje

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