02 julio 2010 - 02 julio 2016
Contar que eso es lo que hay que hacer cuando un joven novicio anda de primeras entrevistas empresariales en el tiempo que corre y eso se lo cuentas a ellos en la cara y sin pestañear, corres el riesgo de que te corran a leches por todo el local, salvo que entiendan que eso es lo que se llama: “tomar actitud ante un planteamiento profesional de futuro”, mas que una forma de chulear innecesariamente ante un empleador porque con ello solo conseguirás que te den una patada en el culo, casi con toda probabilidad.
Eso es exactamente lo que ayer pasó en una de esas aburridas charlas que suelto de vez en cuando, y que ayer fue en el COAATA de mis amores.
Sé que algunos de los que acuden a esas charlas, (lo notas sin ser muy avispado para ello), te ven como un bicho raro en extinción, salido de las entrañas de una profesión golfa, como lo es cualquiera que se deja lamer por el mundo del ladrillo, pero, a pesar de todo, cuando ya llevas un par de horas con ellos te das cuenta que va a valer la pena, hay mucha gente joven con muchas ganas de “saber” y no buscan, precisamente, conocimientos académicos, buscan conocer cual es el fuego que sale de la praxis profesional. Algunos, como Annia, (una de las alumnas), están curtidos en una cultura quasi metafísica y aunque no voy a entrar en detalles, pues este no es el lugar, sí quiero dejar aquí la expresión de sus caras, como si eso pudiera pintarse con palabras, cuando les dije que no tuvieran miedo a nada, ni a nadie pues el poder no se adquiere, solamente, con sabiduría y que en el mundo empresarial estaba por mejorar, muchísimo, la profesionalidad y el rigor en la Cúpula Directiva y que por tanto se apurasen a ello.
Les conté que cuando acudieran a una entrevista de trabajo, y, si ello fuera posible, se atreviesen a preguntar: “Oiga, ¿Uds que modelo empresarial de la promoción inmobiliaria persiguen?, lo mas probable es que el empleador los mandara a tpc(*) y por eso, especialmente por eso, es por lo que debieran esmerarse y darse prisa en echarlos a todos de su “trono” cuanto antes. Por favor.
Ahora y en esta fecha tan especial, recuerdo una historia que ayer no me atreví a “soltar”, es una aparente y larga batallita que no conviene soltar todos los días. La historia se convirtió en uno de mis mejores discursos y lo pronuncié hace ahora 41 años justos, tal día como ayer, ante Don Victor Mesa, que para entonces era el cabeza de familia y Propietario de la empresa entonces denominada Cubiertas y Tejados S.A., (Hoy ACCIONA), y eso sucedió cuando me llamó para entrevistarme, a petición de mi Agustín, que para entonces mantenía una relación profesional, con aquél, excelente.
Victor Mesa me sentó ante él y me hizo tres preguntas:
- Qué quería ser en mi vida profesional
- Qué me gustaba más ¿el dinero o el trabajo?
- Qué podía yo aportar a esa gran empresa.
Entonces yo, con mis 20 añitos, le contesté:
“Dígame Ud. cual es su filosofía de trabajo y yo veré si quiero estar aquí y en cuanto a lo que quiero ser en el futuro no se lo puedo decir, pues el horizonte lo tengo muy lejano y prefiero no marcarme límites, ah, y con lo otro, lo del dinero o el trabajo, prefiero el trabajo antes que el dinero, pues éste llegará si trabajo bien, no le quepa la menor duda”.
Victor Mesa, me miró con cara de asombro y entonces estuvo un ratito mirándome y no me dijo nada, levantó el teléfono y llamó al Jefe de Personal y a mi santo Padre, al cual no había dejado– expresamente - estar presente en la reunión y una vez todos allí, sentados delante de él, se dirigió primero a mi preocupado Agustín y le dijo: este chaval puede que esté un poco loco, pues atreverse a hablarme como él me ha hablado, no lo hace nadie desde hace mucho tiempo, se que no se hará rico pero ... y les contó con otras palabras lo que yo le dije, pero que me sonó a lo que en el fondo le conté y a música celestial. Ese mismo día empecé a trabajar en la Compañía y me destinaron como responsable del CP, (Control Presupuestario), de las obras del Metro de Barcelona, tramo Sans-Paralelo, para empezar. Luego acabé allí mismo haciendo labores de control de la construcción del dichoso y mortal túnel. Fue mi primer trabajo como Aparejador , fueron cuatro años vibrantes, y el que mejores recuerdos aporta al escenario de mi vida imaginaria y folclórico-profesional, lo cual es algo tan esencial y necesario, como feliz. Nunca cambié de filosofía y en ello estoy, todavía.
(*) tpc: Tierras Poco conocidas
Muy bueno lo de "t.p.c.",,,,,jeje
ResponderEliminarYa entiendo por que eres tan feliz con tu chica, al menos a mi me lo parece.
A los que hemos estudiado esa cosa llamada RR.HH. (yo tampoco se porque nos llaman recursos si somos personas) y en algún momento nos hemos dedicado a ello, situaciones como las que relatas, sencillamente me encantan y son un canto a la "purita" verdad en si misma. No te sorprendas Enrique,jeje , efectivamente durante algún tiempo compagine ver a mis "queridos" politicos provinciales con el mundo empresarial, y la verdad es que no hay nada como ser uno mismo, porque lo contrario es engañar a otros, y los peor, a tu alma.
Recuperando el blog te he encontrado por aquí. Un abrazo amigo Antonio
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