07 agosto 2010
Sentado en el banco mas cutre de toda la Playa y mientras una vecina de banco le está contando por teléfono a su hija, (que vive en Alcobendas), las mil maravillas de lo que está viendo, me reprime a mi porque le he dicho que no hay derecho, que se han apropiado del paseo y ahora no puedo pasar por él, tengo que tirar por la tierra y ver si no me resbalo. “No sea usted pegigueras esto es una maravilla y ahí hacen unos arroces de muerte, venga ya, ¿no huele a arrocito que viene del mismo cielo?” – Pues, sí, la verdad es que sí, pero se han apropiado del paseo y eso no debería ser así - “Y dale, déjelo ya hombre de dios, no sea cascarrabias, a usted que mas le da” – Pues mire, a mi seguramente, hoy por hoy, nada de nada, pero a Agustín que vive ahí, al lado del Sidi, y que va con silla de ruedas, pues igual le jode un poco, pero no importa esto es la ley de las mayorías y usted gana señora, me quedaré aquí observando el mar y a la gente que pasa en medio de las mil bicicletas que nos asesinan cada día por este paseo de nuestros amores.
Resignación, no hay más que hacer, ¿O sí?
No se que pensará de esto mi amigo "Javi" ex-propietario del ya desaperecido "El Chiringuito".
ResponderEliminarEn fin....
Cohonestar los intereses de todos es algo muy conveniente para que la vida en común sea como debe ser. El chiringuitom en cuestión se ha excedido y nada más. Podría haber dejado un pasillo para que el personal pase por detrás del chiringuito, como ha sido siempre, pero no ha querido, ha pensado que no pasa nada y como la autoridad flojea, pues .....
ResponderEliminar