23 septiembre 2010
Me paso a saludar a Encarni, por El Castell, y ahora está en el turno de tarde. No es lo mismo, pero el café sigue siendo de primera.
Curioso, muy curioso, casi lloviendo pero en la calle hay gente, mucha gente, mayores, de unos 50, con ropa de andar, prejubilado, pienso yo, mayores, muy mayores, con sus carritos bebé a cuestas y, lo más sorprendente, jóvenes de todas las edades, 20 a 35, calculo yo, andando tranquilamente, cómo de vacaciones, ¿?
Uno de ellos, de los jóvenes , es hijo de un vecino, "Ingeniero CCP, 28 años, parado ya 29 meses y buscando trabajo desesperadamente, no hay nada, Enrique. Seguramente me iré al extranjero y a Sudamérica, lo más probable, o a Vietnam, no puedo mas."
En el café, en la cafetería, más de lo mismo, pero el grupo más activo es sin duda, el de los jubilados. Uno de ellos ha cogido del brazo a mi Ingeniero CCP y le ha dado una lección magistral de cómo reorganizar su vida laboral. Al final, ante mis incrédulos ojos, se han despedido con un fuerte abrazo y un animoso "ya me contarás" qué me ha emocionado. Luego he sabido que el jubilado no lo era, abogado retirado anticipadamente por enfermedad, se dedica a lo del IRPF y otras minucias a particulares con las que malvive a sus 63. Todo un ejemplo, me dice la que está en lo de los cafés.
Gracias día, gracias vida.
Me paso a saludar a Encarni, por El Castell, y ahora está en el turno de tarde. No es lo mismo, pero el café sigue siendo de primera.
Curioso, muy curioso, casi lloviendo pero en la calle hay gente, mucha gente, mayores, de unos 50, con ropa de andar, prejubilado, pienso yo, mayores, muy mayores, con sus carritos bebé a cuestas y, lo más sorprendente, jóvenes de todas las edades, 20 a 35, calculo yo, andando tranquilamente, cómo de vacaciones, ¿?
Uno de ellos, de los jóvenes , es hijo de un vecino, "Ingeniero CCP, 28 años, parado ya 29 meses y buscando trabajo desesperadamente, no hay nada, Enrique. Seguramente me iré al extranjero y a Sudamérica, lo más probable, o a Vietnam, no puedo mas."
En el café, en la cafetería, más de lo mismo, pero el grupo más activo es sin duda, el de los jubilados. Uno de ellos ha cogido del brazo a mi Ingeniero CCP y le ha dado una lección magistral de cómo reorganizar su vida laboral. Al final, ante mis incrédulos ojos, se han despedido con un fuerte abrazo y un animoso "ya me contarás" qué me ha emocionado. Luego he sabido que el jubilado no lo era, abogado retirado anticipadamente por enfermedad, se dedica a lo del IRPF y otras minucias a particulares con las que malvive a sus 63. Todo un ejemplo, me dice la que está en lo de los cafés.
Gracias día, gracias vida.
Realmente dramático,,,,,,veremos donde acaba esto.
ResponderEliminar