…y yo el mediodía.”
Así me he desayunado hoy con unos de mis recalcitrantes y bienaventurados amigos que siempre delinquen en lo bueno, es decir, uno de mis amigos que, como ya es sabido, son lo mejor de cada casa.
Está exultante, mirando al infinito, o a la barra, no lo sé, pero está como ausente: “Besándonos tu y yo se besan nuestros muertos ….” – “MH, era y es lo mejor que ha nacido sobre este mundo”. Mi amigo, que es un arquitecto jubilado, buen caminante, buen cafetero, gran conversador y enamorado de la vida y de su mujer, con la que vive felizmente desde desde que nació, según él dice, resulta que es también un gran enamorado de la música de minorías, como él dice, también.
“Enrique, hay algo mejor que empezar el día leyendo y oyendo a Miguel Hernández”, así me ha recibido hoy mientras me daba un gran abrazo a la vez que ponía en mi bolsillo este enorme CD de “Hijo de la Luz y de La Sombra” de la que he seleccionado, de las 13 que tiene el disco, la 13 y que es la que la da título al Disco, para que la podáis disfrutar desde ahora mismo.
Ya sabéis, buscar el momento adecuado, respaldo de vuestra silla hacia atrás, ligeramente, respirar hondo y darle al play, veréis que es cierto y haced como mi amigo y como yo: dedicárselo a ella…
