Encontrar tu lugar profesional vs Bailando sin parar

06 marzo 2011

Ya sé, si, ya sé, esto no es serio, pero este sitio tiene la virtud, si es que tiene alguna, que aquí podemos poner lo que queramos, no tenemos jefe ni “parlamento” que nos imponga criterio alguno y ese es el mensaje. ¿Qué cual es? 

Pues mira, aunque todos tenemos ciertas ataduras y no me refiero a las de tipo moral o familiar que esas siempre son las que antes mandamos a paseo, aunque luego sean las que mas daño nos pueden hacer si no las cuidamos, no, no se trata de eso, se trata de las de tipo profesional o laboral, esas son las que con mas interés sufrimos y vivimos durante toda nuestra vida y son esas, precisamente, las que nos crean el inagotable  malhumor al ser vulgarmente ninguneados, a menudo, por nuestros jefes o las alegrías contenidas el día que nos dan un ascenso, por miserable que sea. Nos lo tomamos muy en serio, tanto que parece que nos coartan la libertad sin que nos demos cuenta. Creemos que no somos libres de opinar, ni de hacer valer nuestras opiniones, aunque sepamos, con toda seguridad, que tenemos razón. Somos unos mandados y eso nos frustra. Pero no se trata de ser empleado, medio jefe o jefe, incluso el ser autónomo no resuelve el problema, siempre hay alguien que manda mas que tú, asumir eso, es algo tan importante como la del aprendizaje de cualquier actividad laboral y/o profesional.

No se trata de tener razón ni de mandar mas que nadie, se trata de que sepamos asumir nuestro rol en el grupo del que formamos parte, todos somos importantes, pero siempre hay alguien que manda a alguien y esa cadena es infinita e ilimitada. Ni siquiera el artista que se pone a pintar sus cuadros en medio de la selva salvaje es libre, por mucho que él se crea que lo es, al final tiene que bajar al llano a vender sus cuadros y, además, para hacerlo tiene que saber su técnica, cosa tan importante como la de pintar sus obras.

Si, ya sé, tu jefe es un inútil, no tiene NPI de casi nada y además es hijo de no se quien y por eso está ahí. Si no fuera porque ya lo he oído demasiadas veces, hasta me lo creería y hasta puede que alguna vez tengas razón, pero ese no es tu tema, no debe serlo, tú debes estar siempre ahí, en tu lugar, sin fallar, siendo la pieza fundamental que eres para que ese engranaje perfecto, que debe ser tu equipo, funcione como el mejor. Si ese equipo no funciona como quieres o no te valora lo suficiente, cámbiate a otro que te sepa apreciar o encajes mejor en él, pero no te pierdas en la inutilidad de depreciar al mando o al equipo, si estás, empuja sin descanso en la buena dirección y si no puedes o no te gusta, ya sabes lo que debes hacer.

Por otra parte, la libertad está dentro de nosotros mismos  y en ella debemos desarrollar nuestra misión, la cual es aportar al grupo nuestra experiencia y nuestros conocimientos, todo lo demás son vanidades que no conducen a nada, la fuerza está en el grupo y de tu actitud dependerá tu futuro. Por muy bajo que creas que sea tu puesto en él, seguro que es tan importante como el que está en lo mas alto del escalón de la organización y el que no lo entienda así nunca tendrá lugar en equipo alguno.

vs …………………..

Pero también hay que tener espacios donde solo tú puedas manejarte a tu antojo y ese, sin duda, es el precioso espacio que ocupan las cuatro paredes de mi despacho, ahí soy libre, ahí puedo crear lo que me de la gana sin que nadie me lo reproche o me lo agradezca, ese es mi espacio y mis momentos y es por eso que hoy me he decidido a ponerme a bailar, eso sí, con mis cascos Sennheiser y muchas ganas de hacerlo, allá voy, intentarlo, ya veréis, es una maravilla.

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