Se acerca ya y los más amigos, esos que son de todo lo que represente rito, juerga y vino, se están preparando. “Es que mi Juanito es muy creyente y muy religioso”, me dice su madre, la de uno de los mas juerguistas de mis jóvenes amigos. Eso estaría bien y sería creíble si además de ser costalero, mi amigo no fuera también Foguerer, Moro de no se qué Comparsa de San Blas y socio practicante del Hércules C.F., es decir, Juanito está en todo y en todas. Mis meditaciones profundas sobre las creencias celestiales, que no celestinas, me llevaron hace ya muchos años a no hacerme socio de ninguna de esas manifestaciones vigorosas y especialmente las de tipo santurrón empedernido.
Qué yo sea amigo del Cristo de la Buena Muerte, el de entrando a la derecha en San Nicolás, no debe suponer que yo tenga el carné de aspirante a Jefe de Grupo de la Bodega Celestial. Pero lo que mas me maravilla de lo que hacen todos esos amigos que, como Juanito, van de santurrones por la Semana Santa y de Ultras en el Rico Pérez, todo a la vez, es que no creen en casi nada de lo que practican, es decir, ni creen en La Misa, ni son deportistas, solo son lo que son, “Bulleros”, “Marchosos recalcitrantes” y grandes vividores de la estancia terrenal, cualquier excusa es buena para largarse por ahí a “tremendear” el hígado y lo que cuelga, hasta el desgaste mas estúpido.
Por eso cuando pasan el plato para pedir, para lo que sea, paso bastante de hacerlo y tampoco pago los recibos de la Hoguera, yo soy un antisocial, me dicen, pero creo que lo que me pasa es que yo soy mas de lo de la ONGs y todo eso, y de que estoy convencido de que las juergas, las fiestas, los bailes barraqueros y la marcha premenstrual, pues que el que las quiera que se las pague, lo demás son ganas de aprovecharse del personal, que bastantes putas las está pasando ya, para que vayamos con tonterías.
Ah, no tiene precio el justi-contenido del artículo que nos regala el Consiliario y pregonero de la Semana Santa Alicantina, Monseñor Sampedro, cuyo título ya lo dice todo:
¿Fe?, me parece que hablamos de otra cosa y ese es el problema, claro, las cosas si no se las llama por su nombre acaban perdiendo valor, ¿verdad?
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Pues toda la razón (como casi siempre, que no me gusta dársela a nadie al 100%). Y hoy tienes la prueba más pura y dura: el partido de ayer del Hércules. En junio todos eran herculanos, ahora no sé yo cuantos quedarán...
ResponderEliminarMe has hecho reír, EKK, eso me recuerda muchas etapas de mi vida profesional, "mucho te quiero menos cuando hace falta", o algo así. "Tu ja m´entends
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