21 marzo 2011
Ayer me preguntaban sobre que especial placer sentía yo en adular tanto y tanto el mundo cibernético, y lo discutía en el foro mas estúpido que uno se puede encontrar al hablar de esto. Fue solo un momento y el público cafetero, el de la improvisada cafetulia matinal, me preguntaba, media mofándose, que hacía un tipo tan viejo como yo tecleando un teléfono móvil como un poseso y sin parar. Levanté la mirada y el espíritu, y les dije que eso no era un teléfono, tan solo, que era mucho más, que con él podía mandar fotos de donde estaba a mi hijo que residía, normalmente, a unos 100 km de mi vida, que, además, podía mandar correos-e a todos mis amigos y hasta saber, allí mismo, si a él, al que me hablaba, tenía deudas con la DGT por multas incontroladas de tráfico, entre otras lindezas.
Naturalmente, todo lo que les pudiera contar les parecía una “chorrada” hasta que pude hacer alguna demostración maliciosa y algo tramposa, sobre el manejo y transformación de las fotos, algún video sobre lo que me había hablado hacía unos minutos, y que yo grabé sin que se dieran cuenta, y cosas así, cosas para niños, es decir y con perdón, ni los niños se hubieran sorprendido tanto como lo hicieron ellos. Descubrí, una vez más, que cuando hablo de informática con la mayoría de la gente de mi edad es como si rememorara, una y otra vez, el cuento de la zorra y las uvas, lo cual no deja de ser algo triste, teniendo en cuenta que mis ancianos cafetulianos los hay de hasta 40/45 años.
Hoy para colmar las manifestaciones que como un verdadero mago hice ayer a tan “anciana-e” audiencia, me manda mi principal sucesor un cuadro comparativo del estado actual y anterior al Tsunami de Japón, manejado desde una Web periodística, (NYT), que ha hecho tal trabajo para goce y sabiduría de los neófitos en la materia y para los interesados en el asunto.
En 1933 hubo un Tsunami parecido en el mismo Japón y de consecuencias tan dramáticas como el actual, pero entonces no existía, ni se conocía, la tecnología actual en materia de información y comunicación, por tanto se cumplía aquélla famoso teoría sobre que la importancia de una noticia era inversamente proporcional a la distancia en que se produce del que la recibe. Hoy eso ha cambiado, el Terremoto y el Tsunami Japonés se ha visto en directo por TV y por Internet, y en unas horas se puede hacer y sobreponer un mapa que muestre el estado en el que ha quedado el territorio afectado una vez lo comparas, en el mismo momento, con el estado anterior al mismo.
Pincha sobre la foto y podrás ver el resultado de esa zona y otras más:
Fotos de satélite de Japón, antes y después del terremoto y tsunami
Mueva el control deslizante para comparar las imágenes de satélite, tomada por GeoEye, de antes y después del desastre.
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