30 marzo 2011
Mas de 100 personas arremolinadas ante el amigo que acaba de perder a su madre. El Cura oficiante del rito mortuorio nos regala un discurso que en otro tiempo me hubiera impresionado, su tono popular, cercano y muy familiar, como, seguramente, sería el caso, nos han puesto a todos en la compostura que se supone debemos mostrar a la hora de afrontar tan trágicos y amargos momentos y en tan solemne acto. Todo perfecto, ella, a sus 86, le deja a él, a sus 89, inmerso en un dolor que se ha mostrado tangible, al menos ante mi, a la hora de la despedida: El oficiante ofrece el esparcidor del agua bendita a quien quiera hacerlo sobre el féretro y entonces él, se ha levantado y con fuerza, entre un incontenible y estremecedor llanto, lo ha hecho mil veces, casi con rabia. Luego, a la salida, Pepe Amorós, me ha contado que él, a sus 89, se pasó la tarde delante del cristal protector de su escenario, golpeándolo y preguntándole a ella; ¿Margarita, por qué me dejas, por qué?
Sales a la calle y no sé lo que me pasa, será eso que me advierte mi amigo EKK cuando dice que yo tengo el “defecto” de poder ver muchas cosas, casi todas las que no se oyen, ni se ven, pero que están ahí. Me encanta hacerlo, pero aún me encanta mucho mas sentirlo, y eso tras tantos años de vida estresante y absolutamente material, me da un hiriente nosequé no saber si eso ya llega demasiado tarde, no sé, verlo a él ahí, con su dolor me ha hecho pensar muchas cosas, todas bonitas. Me he pasado el viaje de vuelta a casa deseando llegar cuanto antes para fundirme con ella. Juntando las letras para esta bloguería me ha venido a la punta de mis dedos algo que escribí hace ya mucho tiempo y que era, mas o menos, así:
Si el tiempo es lo más caro, la pérdida de tiempo es el mayor de los derroches, no pierdas el tiempo donde no debes, la vida puede que esté en otra parte, coge la chaqueta, dile adiós a todo el mundo y ves a buscarla, puede que luego no tengas tiempo o que ya sea demasiado tarde.
En este tipo de dias , es cuando te hacen replantearte muchas cosas.Desgraciadamente , pasados unos dias , volvemos a la rutina.
ResponderEliminarEs la triste realidad.........pero por lo menos , alli nos estan esperando.
O eso espero
Es cierto, dura solo unos días, lo que pasa es que a mi ya me sucede como el de la suegra que le visitaba dos veces al año, pero se quedaba seis meses. Tengo demasiados amigos en edad de andar de lado y, claro ......, a veces alguno se cae.
ResponderEliminarExcelente el final, me ha parecido una muy buena reflexion. Por otra parte, mis condolencias para vuestro amigo...
ResponderEliminarEnrique, no sólo haces que en alguna ocasión (ahora que no nos ve nadie) me emocione, sino que haces que en muchos momentos recuerde y valore en su justa medida, tomando conciencia firme de lo que tengo.A veces "tontás" se anteponen a ello, gracias a tí, lo reordeno inmediatemente.
ResponderEliminarNunca unas palabras tienen tanto sentido y contenido como las que te digo, repitiendo las tuyas: "Nunca dejes de escribir".
De WorPress:
ResponderEliminarMargarita Perez Ivars dice:
30 marzo, 2011 a las 16:01
Si el tiempo es lo más caro, la pérdida de tiempo es el mayor de los derroches, no pierdas el tiempo donde no debes, la vida puede que esté en otra parte, coge la chaqueta, dile adiós a todo el mundo y ves a buscarla, puede que luego no tengas tiempo o que ya sea demasiado tarde.
Me ha encantado, pues es realmente mi vida..
Respuesta:
etarrago dice:
30 marzo, 2011 a las 20:18
Intuyo lo que quieres decir, o quizás me equivoque, como siempre, pero tú eres muy joven, Margarita, y eso es un gran don, además, pareces una persona excelente y de gran sensibilidad. Tu vida debiera ser la que tu quieras que sea. Nunca es tarde para casi nada.
Gracias, Antonio, me muero por eflexionar tanto, y siempre me sale al revés de lo que quiero decir y el caso es que me acaba gustando. Pura casualidad.
ResponderEliminarGracias, argy, las emociones están dentro, las llevamos dentro, solo hace falta que confluyan algunos accidentes para que se atrevan a salir. Tú tienes muchas ahí dentro y ...............
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