jueves, 24 de marzo de 2011

Ole tu coño




24 marzo 2011


“Todo el mundo me dice que tengo que hacer ejercicio. Que es bueno para mi salud. Pero nunca he escuchado a nadie que le diga a un deportista: Tienes que leer”. Eso no lo he pensado yo solito, eso lo dijo José Saramago hace ya algún tiempo y yo, lógicamente, me apunto a su contenido como el mismo autor de la frase, o más.

Estoy/estamos, seguramente, hasta el gorro de que todo el día y todo el tiempo alguien nos diga lo que tenemos que hacer. Los curas dicen que masturbarse es pecado y que la pederastia es la vocación del diablo. Los médicos se agolpan en las puertas de los Hospitales para fumar y los coches de las Patrullas de la Policia Local aparcan encima de la acera para ir a sacar dinero del Banco. Mi Jefe me echaba la bronca por comer en los mismos restaurantes que él y mi vecina decía que la escalera estaba sucia mientras comía pipas en las reuniones de la CP, dejando el salón echo una verdadera piara.

Veréis que todos los consejos que nos dan son sabios, luego ves que te pasas la vida estudiando una carrera para que un patán desprestigie a todo el colectivo colocando un lavabo al lado de un mingitorio mural. Hasta ese vecino que siempre me tira las colillas en mi plaza de garaje por estar al lado de la puerta del ascensor, hasta ése me dice que el ascensor está lleno de rallajos, todos, absolutamente todos, te dan consejos, pero nadie se aplica la lección y en el fondo lo que les da placer es decirlo para luego hacer lo que diga lo que lleva dentro de los calzoncillos, por ejemplo, o como dice el Gran Wyoming, aplaudirles cuando terminan sus recomendaciones con un generoso: “Ole tu coño

Pero cuando se me rebota el alma y los sentidos crujen sin que yo me de cuenta, ni puedo impedirlo, es cuando los Políticos hablan de apretarse el cinturón y de aumentar la productividad. Entonces algo mas fuerte que mi propia Religión me dice que esto va a estallar. Pero como se entiende lo de apretarse el cinturón si ves a la gente que va como zombis por la calle, de tienda en tienda, toda la mañana y no llevan una sola bolsa en el bus de regreso a casa. Parados, buscadores de petróleo o funcionarios comprando el pan, esto es lo que inunda nuestras calles, por favor, un día, un solo día, salgan a la calle, lo que cuento no es una broma.

Como decía mi Santa Madre, menos mal que siempre nos queda el Cristo de Lepanto, gesto que yo, estando tan lejos, he cambiado el de Lepanto por el de La Buena Muerte que, como sabéis, está entrando a la derecha, en San Nicolás.

Me despido con un necesario complemento en favor de la igualdad: “Picha, Ole tu coño

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3 comentarios:

  1. Me ha encantado esta entrada. Suscribo lo que dices punto por punto, yo tambien empiezo a estar harto de quienes solo ven la paja en el ojo ajeno. Y la frase de Saramago es genial, te la voy a robar para mi Facebook... Saludos y buena noche.

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  2. Ya sabes lo que se decia en tu época: "Lavatelo con OMO, que luego voy y te lo........",jaja

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  3. Gracias, Antonios, sois mi fe en el futuro.
    Por cierto lo de la paja ajena lo he entendido, pero o del OMO, .................., salvo que sea lo que pienso, claro.

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