En la charla matutina de hoy, entre algo que hacer y algo que deshacer, la cosa se ha animado cuando alguien ha dicho que las acciones de Telecinco caen por lo que caen:
Pero ante una noticia así y entrándome ganas de llorar, inconteniblemente, por ello y por ellos, los que la provocan, alguien se acalora contando que su mujer es una cabrona: “Fíjate la muy tal quiere, además de lo que ya le estoy soltando, 1900 € al mes por la manutención de las dos niñas, que ahora le suelte 2.400 € cada año para las Fiestas de Hogueras, pues las niñas es lo que quieren y lo contrario sería discriminarlas y, además, quiere que se lo pague ya pues de lo contrario acudirá al juez” – Entonces, todos a una, empiezan a soltar lo clásico del siglo pasado en cuanto a lo de “que bien viven ellas y que mueva el chocho si quiere vivir como lo hace, basta ya de abusos, a mi costa NO y qué trabaje de una puita vez, coño”. En fin, nada nuevo que no haya yo oído ya mas de una vez.
Pero eso, las lágrimas del herido divorciado y los aplausos de sus pelusas, no tienen importancia, eso ya lo oigo, con mayor o menor asignación y variación de concierto, cada día. Vivimos en una sociedad en el que la situación familiar normal empieza a ser el tener dos padres o más, y dos o tres madres. Tener hermanos de varios padres o madres, es ya algo normal, muy normal, y lo peor es que ya empieza, también, a surgir un sin fin de abuelos putativos que fueron pioneros en la cuestión del divorcio, por lo que lo de la construcción del árbol genealógico empieza a ser, en las familias modernas, una verdadera labor de investigación y me imagino lo que será cuando haya que leer una herencia pues habrá que alquilar una sala en el Meliá para dar cabida a todos los afectados, vamos una situación deliciosa.
Bien, todo eso tendría una importancia relativa si se quedase ahí. Solo son viejos titanes, de los de “mujer honrada, pierna quebrada y en casa”, que se han echado algo de fuego líquido al cuerpo y se les ha calentado la boca en un foro machista, pero no, lo sorprendente es ver que a esas tesis de apoyo, degradantes y despectivas no emanan solo de las gargantas de los incomprendidos y viejos machitos asistentes a tal festín, lo sorprendente es que los que mas chillan son los más jóvenes, donde puestos a contarlo tal y como ha sido, habría que traer un traductor de idiomas de lo ordinario y soez para entender lo que se pretendía defender con su verbo. Lo “más”, a modo de ejemplo, ha sido lo de un chaval de Carolinas, Ingeniero en paro, o sea un tío culto, que ha soltado una frase para la historia de la desfachatez prosaica y que traslado aquí, algo suavizada, eso sí: “O sea, una tía te chupa la polla, le haces dos hijas y ya tienes que estar jodido toda la vida, eso no es así tíos, eso no puede ser” – ¿Pero puede haber aún algo peor? – Pues SI, resulta que a este tipo de comentarios y otras proclamas, en favor del “jodido y pobre divorciado”, también han sido respaldadas por las amigas del Ingeniero en paro, con entusiasmo y vehemencia, tanto, y aunque no conviene generalizar a la hora de presuponer que todo el mundo sea igual, he pensado en que se hiciera realidad, XD, aquello que esgrime el inolvidable Ignatius en La Conjura de Los Necios: En bien del futuro de la humanidad, espero que todos sean estérileS ... y uno que está a mi lado va y me dice; “y los que hacen bajar las acciones de Telecinco, también” … y luego me entero, tras darle unas palmaditas de aprobación, que al de mi lado lo que le pasa es que tiene 10.000 € en acciones de la la citada TV en crisis. Entonces llego a la conclusión definitiva: “Per avui, …. prou, ja esta bé de cafés”
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Es increible verdaderamente,,,,,,,yo creo que soy el último representante de mi generación (y de los pocos que sigue con la misma o la misma conmigo) de los de novia de toda la vida, matrimonio,etc.
ResponderEliminarLos tiempos sin duda están cambiando mucho y no para bien. Esto es un eslabon más de la cadena, la irresponsabilidad, la intolerancia,la falta de comprosmiso, el inmediatismo, el hedonismo, etc. etc. Si mi abuela levantará la cabeza.
Es cierto, argy, no sé como será el futuro y tampoco me lo imagino, aunque creo que algo tendremos que inventar parea recuperar nuestros valores perdidos.
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