08 diciembre 2008 y 2011
A veces me dicen que mi edad y situación hacen que vea las cosas como antes nunca las veía. Supongo que será cierto. No obstante, cuando hablo de ellos, los del Alzheimer, no me refiero exactamente a los que lo padecen, que también, sino que me refiero a los que tienen que cuidar de ellos, esos para mi, son ellos, los que lo sufren de verdad. Ver a un ser querido consumiéndose en las tinieblas de la memoria y en las barbaridades que dice y hace de continuo, no es la mejor terapia para ser creyente, ni para convertirse en santo. La resignación es cosa de visitantes de la Sixtina pero la ciencia forma parte del pragmatismo profundo que nos mueve y ella es la única que nos da una esperanza tangente. En casa, desgraciadamente, sabemos mucho de ello.
Por eso me alegra saber que habrá un futuro mejor para ellos tal y como presenta esta noticia de hace ya algún tiempo y que hoy, en memoria de ella, de María, repito aquí:
A mi me alegran tambien escuchar o leer noticias como estas tan importantes como necesarias....Un saludo
ResponderEliminarPues a mi me tocan las dos de cerca. Mi hermano es diabético (de insulina)desde los 21 y he tenido en casa a mi yayo y luego a mi yaya con alzheimer.
ResponderEliminarLo más duro... el dia que no saben quien eres...
Ojalá sean verdad noticias como esta!!
Un saludo, argy, seguiremos suspirando por que se conviertan en realidad esas noticias.
ResponderEliminarLucía, ¿estás segura que tu no vienes del cielo?
ResponderEliminarUn abrazo, amiga-e.
Aissss, que poco me conoces Enrique. Doña Negativididad en persona, autoestima a la altura de la suela del zapato (a veces subo hasta tobillo). Y mis defectos, muchos,esos no te los digo en público... Seguro, segurísimo que no vengo del cielo...
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