27 enero 2012
Duermo, como he hecho toda mi vida, con un monoauricular enganchado a mi oído, oyendo todo lo que sean noticias y algún que otro bodrio, intentando saltarme, eso si, todos los que hablan de pelotas engañosas, solo noticias y será por eso, seguramente, que cuando me levanto lo primero que hago es apretarme el cinturón. Mis convicciones sobre la importancia de las cosas y el pacto generacional que asumimos los de mi generación, anda en crisis, si, 47 años cotizados y ayer me vi metido en una manifa en la que mi médico me anunciaba recortes y el bombero del pito en boca me dijo que no hay bocadillo sin fiambre y que de momento ya han puesto el pan de los recortes estos cabrones. Y al grito de: "Primero que se recorten ellos los sueldos" y ya muy metido en el ambiente, seguí apretándome el cinturón, pero cuando ya llegaba a casi el ultimo de lo taladros del apretado cuero, me di cuenta que lo único que estaba consiguiendo es que el pantalón se fuera bajando y bajando hasta que me di cuenta que de seguir así podría pasar lo irremediable, que me quedase sin calzones.
Esta mañana he salido a buscar la luz y la he encontrado, he desconectado el auricular y me he dado cuenta que hay cuestiones mas terrenales y propias, que me han puesto a no echar ni gota, con lo cual, posiblemente, me espera otro veraneo invernal en Batasblancas de esos para no olvidar y que empezaré, DM, el lunes próximo. Así es la vida, nos bajan los calzones cuando, además, no puedes ni mingitar sin dolor, pero como dice Antoine, "No te quejes, Enrique, aun puede ser peor, pon el culo en la pared, por si acaso"
Duermo, como he hecho toda mi vida, con un monoauricular enganchado a mi oído, oyendo todo lo que sean noticias y algún que otro bodrio, intentando saltarme, eso si, todos los que hablan de pelotas engañosas, solo noticias y será por eso, seguramente, que cuando me levanto lo primero que hago es apretarme el cinturón. Mis convicciones sobre la importancia de las cosas y el pacto generacional que asumimos los de mi generación, anda en crisis, si, 47 años cotizados y ayer me vi metido en una manifa en la que mi médico me anunciaba recortes y el bombero del pito en boca me dijo que no hay bocadillo sin fiambre y que de momento ya han puesto el pan de los recortes estos cabrones. Y al grito de: "Primero que se recorten ellos los sueldos" y ya muy metido en el ambiente, seguí apretándome el cinturón, pero cuando ya llegaba a casi el ultimo de lo taladros del apretado cuero, me di cuenta que lo único que estaba consiguiendo es que el pantalón se fuera bajando y bajando hasta que me di cuenta que de seguir así podría pasar lo irremediable, que me quedase sin calzones.
Esta mañana he salido a buscar la luz y la he encontrado, he desconectado el auricular y me he dado cuenta que hay cuestiones mas terrenales y propias, que me han puesto a no echar ni gota, con lo cual, posiblemente, me espera otro veraneo invernal en Batasblancas de esos para no olvidar y que empezaré, DM, el lunes próximo. Así es la vida, nos bajan los calzones cuando, además, no puedes ni mingitar sin dolor, pero como dice Antoine, "No te quejes, Enrique, aun puede ser peor, pon el culo en la pared, por si acaso"
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Este blog comparte contenidos con otro de mis blogs a modo de copia de seguridad, el uno del otro, hasta el 24 de febrero de 2023
https://enriquetarragofreixes.wordpress.com/