Economía: Reflexión dominical, va, no hagáis caso

Locuras de amor virginal adulto

26 febrero 2012

Un paseíto en brazos de los sueños de un domingo de invierno, dos cañas bien tomadas, una en el Jauja y otra en el Ros, la cabeza puesta en las travesuras de los viernes la nuit y en mi amigo el Mago Aranda, entre otros. Un ratito de Parque infantil, mil fotos a los enanos y al rato, cuando vas, urgentemente, a llevarte bien con la cosa prostática y ves que solo oyes el ruido del chorro y que por debajo del ombligo ya no se ve nada, (hay que ver como se dilatan esas vísceras intestinas), descubres que ya has llegado, ahí está, como la Puerta de Alcalá, ahí está ella tan feliz, si, la curva que determina tu estado, la de la felicidad.

Mientras tanto y al amparo de la dulce escena marginal, esa que nadie ve, alguien me decía que tengo mas rollo que la portera del convento de las Clarisas, y que yo no me sabía dar cuenta que la cosa cenital de la economía, quizás, estaba junto a mi alcoba, detrás de la pared de mi vecina que también tiene lo suyo, pues su culminaciones emocionales alrededor de la cultura del sexo, son como la de los del animal del auuuuuuuuuuuuuuuu. Y digo, es que en cuestiones de economía, nunca se aprende bastante. Me doy cuenta que el Ettore y Las Sorayas, no tienen NPI del asunto, este es el futuro que parecen haber aprendido los más jóvenes, se han metido de lleno a aplicarse en la Economía del SEXO y de verdad que parecen haberlo entendido tan bien, que parece que no hagan, ni piensen, en otra cosa. Vive al día que algo queda, ese es el mensaje a recibir.

Lo peor es que a mi, este nuevo modelo económico, me pilla ya un poco mayor, no sé, ya veremos. Lucharemos, como siempre, no hay mal que por bien no venga, deu (DIÓS) dirá, en cualquier caso y, sin duda alguna, esto me suena, sin que se lo digáis a nadie, a pura envidia trapera.

Mientras lo estudio, echaré a la librería del olvido aquella famosa frase de Ronald Reagan que pronunció una vez que le preguntaron sobre cuales eran las soluciones gubernamentales a las distintas variables y posiciones de los distintos tiempos de la economía:

“La visión gubernamental de la economía puede resumirse en unas cortas frases: si se mueve, póngasele un impuesto; si se sigue moviendo, regúlese, y si no se mueve más, otórguesele un subsidio.“

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